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Cancún.— Cancunenses y extranjeros, afectados por el aseguramiento y apertura de mil 500 cajas de seguridad por parte de la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO), velaron ayer, simbólicamente, “la muerte de la propiedad privada, el Estado de derecho y el debido proceso”.
Las personas que mantienen el bloqueo parcial de un tramo de la avenida Xcaret, de la Tulum hacia avenida Bonampack, en el centro de la ciudad, colocaron un ataúd, coronas y una ofrenda con velas, para velar “la muerte” de los artículos 1, 14 y 16 de la Constitución mexicana, ante el procedimiento usado por la SEIDO para dar cauce a una investigación federal que sigue la pista de delitos contra la salud y lavado de dinero.
“En Cancún murió nuestra Constitución”, se leía en una de las cartulinas al pie del ataúd de madera que fue rentado a una funeraria local.
“SEIDO asestó mil 500 puñaladas al artículo 230 del Código Nacional de Procedimientos Penales, con el aseguramiento de bienes”, escribieron en otra cartulina, con referencia a la obligación del ministerio público o de la policía, para elaborar un inventario de todos y cada uno de los bienes que se pretenden asegurar, firmado por el imputado o la persona objeto del acto de investigación.
En este caso, consideran que se ha violentado tal precepto, ya que el aseguramiento, la madrugada del 9 de octubre, tanto como el ingreso a la bóveda y la apertura de las mil 500 cajas, a partir del 27 de octubre pasado, se ha desarrollado sin la presencia del dueño de la empresa First National Security (FNS), Santiago Ancona, y en ausencia de quienes le rentaron los espacios, en calidad de terceros perjudicados.
Entre las personas que asistieron al “velatorio” simbólico, varias mujeres afectadas por la acometida de la autoridad —que tampoco exhibió y sigue sin exhibir la o las órdenes de cateo o instrucción judicial que les faculte a abrir las mil 500 cajas de seguridad— montaron guardia y guardaron un minuto de silencio.
En otro momento, una mujer con un rebozo negro, en señal de luto, se colocó a un costado del féretro, con la Constitución en la mano y de frente, una veladora encendida.
En la escena, se colocaron también cartulinas con las tradicionales “calaveritas” mexicanas, escritas y dedicadas a la subprocuraduría.
“La SEIDO agonizando estaba, al no lograr avanzar y a la delincuencia atrapar. Creyó que en Cancún iba a resucitar y un botín se iba a llevar, incautando cajas de seguridad”, versa uno de los textos.
Otro más expresa: “La calaca lloraba y lloraba, todo era confusión, nada la consolaba, ya que la SEIDO violó la Constitución. ‘Qué poca!’, les dijo la muerte, les fregaron todo, las velas, las flores y hasta la caja fuerte”.
Mas allá del folclor de la escenificación, la gente aquí se dice angustiada pese a las declaraciones del titular de la institución, Alonso Israel Lira Salas, acerca de que las y los agraviados pueden estar ciertos de que aquellos que no formen parte de la investigación, recobrarán sus pertenencias intactas y completas.
También acusaron al funcionario federal de mentir, pues señalaron que es falso que se hubiera exhibido a la empresa o a los terceros afectados, la orden del juez de Control para ejecutar el aseguramiento de las instalaciones o que exista un notario de la compañía dando fe del inventario de los valores contenidos en las cajas.
“Las cajas se están abriendo por la fuerza, ya que no permiten el acceso de nadie y las cajas sólo se pueden abrir con la llave del titular y del cliente. Están destruyendo la bóveda, ya que la puerta que da acceso a las cajas sólo se puede abrir con una combinación que no tienen.
“Que estén buscando la paz y la seguridad de la ciudadanía, todo lo contrario, están actuando de manera anticonstitucional, arbitraria, atropellando y vulnerando los derechos de mil 500 clientes (…) sus mentiras, Israel Lira Salas, sólo se las cree usted y todos los delincuentes de cuello blanco que gobiernan este país”, afirmaron.