Acapulco.— Por tierra y mar, familiares buscan a sus desaparecidos en Acapulco tras el paso de Otis.
Según cifras oficiales, al menos 36 personas, entre ellas extranjeros, no han sido localizadas a casi una semana del impacto del ciclón.
Con pico y pala, Saúl Alejo Sánchez llegó desde la Ciudad de México para encontrar a su esposa, Estefanía Orozco Báez, de 24 años, quien quedó sepultada en la tierra luego de que la casa en la que se encontraba, en la colonia Nueva Era, fuera arrastrada por el río, junto a otras cuatro personas.
Con ayuda a regañadientes de agentes de la Fiscalía General de Guerrero, el joven originario de Santa Fe escarba sobre un montículo de tierra en el que cree que puede estar su esposa, la madre de su hijo.
“Vamos a estar aquí hasta que la encontremos”, asegura Saúl.
Cuenta que Estefanía trabajaba en Acapulco por temporadas, pero en esta ocasión ya no regresó. “Venía a trabajar a Galerías Liverpool. De hecho, eran sus últimos días y ayer (domingo) debía regresar a la Ciudad de México”, dice.
Relata que desde que llegó Otis no supieron nada de ella, por lo que decidió viajar al puerto.
“Al día siguiente del huracán estuve intentando comunicarme. Me puse un poco paciente; me entero por las noticias que no había señal, entonces esperamos. El jueves nos desesperamos y ya no supimos nada de ella, mucha gente ya estaba regresando de la ciudad y ella no aparecía y fue que decidimos venirnos”, cuenta Saúl.
Detalla que llegaron al puerto y no sabía en qué parte de la colonia Nueva Era se había quedado su esposa, por lo que empezó a gritar su nombre y salió la familia con la que se quedó Estefanía.
“Salió la familia con la que estaba mi esposa y nos dice que murió, que hubo un deslave y que toda la casa quedó aplastada. Es una de las personas que no podemos encontrar, de las cuatro que están sepultadas”, dice mientras continúa escarbando.
Dijo que les han ayudado elementos de Bomberos, Protección Civil y ayer agentes de la Fiscalía General de Guerrero pero no se han logrado avances.
“Con la desesperación de no saber qué hacer, tuvimos que buscar maquinaria para facilitar la búsqueda y nosotros la vamos a pagar”, añade.
Esposas, hermanas y cuñadas de pescadores, capitanes y marineros están desesperadas porque sus hombres de mar no aparecen y temen lo peor.
Hasta la glorieta de la Diana Cazadora, en la Costera Miguel Alemán, llegó un grupo de mujeres para pedir apoyo a las autoridades que permita dar con sus familiares.
Se trata de hombres de mar que como era costumbre se quedaban a cuidar sus embarcaciones ante lluvias, tormentas tropicales y otros huracanes, pero Otis superó todo lo que habían conocido hasta ahora.
Es el caso de Leonardo Leiro y Marco Cipriano, tripulantes del barco Torbillón, que juntos sufrieron los embates del meteoro por la Base Naval y no se sabe nada de ellos.
Tampoco se conoce el paradero de Pedro Espinosa García, capitán de la embarcación Tiger, que estaba en la Bahía de Acapulco, donde siempre se resguardaba cuando había una tormenta.
Las mujeres aseguran que al momento del ciclón había alrededor de 40 embarcaciones en la Bahía de Acapulco, cada una con entre uno y tres tripulantes a bordo. Sólo han sido encontrados 18 con vida, del resto no se sabe si están entre los cuerpos hallados en diferentes playas y que suman decenas, según reportes de las autoridades locales.
Anabel Espinosa, hermana del capitán Pedro Espinosa, no tiene duda de que los hombres de mar, como lancheros, marineros y capitanes, son los más afectados por Otis.
“Sin dudarlo. Son los más afectados en cuestión de vidas humanas. En casas [el huracán] derribó techos, pérdidas materiales, pero lo material se recupera y la vida de una persona no”, lamenta.
Acompañada de su cuñada, Anabel Espinosa pide el apoyo para que un helicóptero vaya a mar adentro para buscar a sus hombres.
Todos los días, la Marina y la Secretaría de Seguridad Ciudadana local buscan a desaparecidos. En mar, con un equipo de buzos, y en tierra, con binomios caninos.