Pachuca.— Dentro de las paredes de la Asociación Mexicana para la Investigación Clínica, A.C., (AMIC), ubicada en Pachuca, Hidalgo, durante seis semanas 600 voluntarios escribieron parte de la historia de la lucha contra la pandemia de Covid-19.
En ellos se probó la fase III de la vacuna del laboratorio chino CanSino Biologics, con la que se pretende inmunizar a 35 millones de mexicanos.
La emergencia mundial por la aparición de este virus ha llevado a diversos laboratorios a acelerar sus procedimientos de investigación, entre ellos se encuentra CanSino, que a nivel mundial decidió hacer los ensayos de su biológico con 35 mil dosis y para ello seleccionó a varios países, entre ellos México.
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Hidalgo fue una de las entidades donde aterrizó la vacuna para trabajar la fase III, señala el director general de la AMIC, Fernando Bastida.
Ahora se da seguimiento en un laboratorio de Canadá contratado por CanSino; ahí se mandan las muestras de sangre para comparar el antes y después de la vacuna. La segunda toma de muestra se realiza a los 12 meses de aplicado el biológico, y con ello se determina el éxito, si tuvo efectos inmunológicos.
Tras este proceso, el pasado viernes el canciller Marcelo Ebrard informó que la farmacéutica CanSino Biologics solicitó la autorización de su vacuna ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos (Cofepris).
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Al país se le asignó una dotación de 15 mil dosis que fueron entregadas en alrededor de 18 centros ubicados en entidades como Oaxaca, Coahuila, Morelos, Hidalgo; en esta entidad inicialmente se habían convenido 700 unidades, pero finalmente solo fueron 600.
Bastida indica que en el caso de CanSino, a diferencia de otras vacunas, es de una sola aplicación y al momento en ninguna parte del mundo donde se trabajó ha tenido algún resultado adverso grave.
El proceso
A esta convocatoria, relata Bastida, asistieron personas de diversos estados como Puebla, Querétaro, Guanajuato, Ciudad y Estado de México.
A todos los participantes se les hizo del conocimiento el proyecto y firmaron un documento denominado “consentimiento informado”, en el que se incluye toda la información del estudio y se encuentra avalado por el Comité de Ética e Investigación Clínica. A los voluntarios no se les brindó ningún tipo de remuneración, afirma Fernando Bastida.
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El director de la AMIC detalla que en el proceso de la fase III en Hidalgo, un 45% aproximadamente fueron personas jóvenes, 45% adultos menores de 50 años, y 10%, adultos mayores.
En la AMIC, los trabajos concluyeron la semana pasada, aunque estaba marcada una duración de cuatro meses.