Nogales, Sonora

A pesar de los constantes operativos entre autoridades estadounidenses y mexicanas, todos los días, bajo tierra, se trafican personas y drogas de México hacia Estados Unidos. Las formas son diversas: se construyen túneles, se utilizan los desagües pluviales o el drenaje de la ciudad. La industria criminal subterránea en Nogales rebasa los límites de la imaginación.

Nogales, Sonora, ciudad fronteriza con Estados Unidos, es un territorio montañoso, cuenta con dos corrientes hidrológicas, una que nace en el sur, en el cañón de Los Alisos, y el arroyo de Nogales. Cuando llueve se forman avenidas violentas de agua que se desfogan por embovedados subterráneos.

Por debajo de las garitas de cruce internacional atraviesan dos inmensos túneles de desagüe, uno que pasa por la calle Plutarco Elías Calles de Nogales, Sonora, a la avenida Morley de Nogales, Arizona, y el otro de la Reforma a la avenida Grand, en Estados Unidos. Y, bajo éste pasa el colector de drenaje. Ambos fueron construidos en 1940 por autoridades de Arizona.

Esta amplia red de interconductos es utilizada por contrabandistas que escarban la tierra para conectar sus túneles e internar mercancía ilícita.

EL UNIVERSAL recorrió los enormes pasadizos pluviales mexicanos, así como un kilómetro y medio dentro de Estados Unidos, hasta donde se conectan para llevar las aguas de lluvia y el drenaje a una planta de tratamiento del río Rico para después ser dirigidas al río Santa Cruz de Nogales, Arizona.

Túneles en Sonora: el imperio criminal bajo tierra
Túneles en Sonora: el imperio criminal bajo tierra

Monitoreo subterráneo

Alan Regalado, vocero de la Border Patrol (Patrulla Fronteriza), Sector Tucson, comenta que existe una Unidad Especial de Túneles que a diario monitorea por medio de tecnología y patrullajes para detectar actividades ilícitas.

Así fue como fueron descubiertos en enero pasado dos hombres que intentaban cruzar 70 paquetes de metanfetaminas: aprovecharon la corriente de agua, soltaron las bolsas con droga que pasaron por una barrera ranurada, luego las estuvieron colectando y guardando en mochilas amarradas con una cuerda para que flotaran libremente.

Los recorridos se hacen varias veces al día. “Es peligroso estar patrullando en los túneles de drenaje no sólo por el ambiente que se vive ahí abajo, también puede haber algún químico, pero ellos están entrenados para detectar alguna anomalía”, señaló.

Nogales, capital de los pasadizos

Desde 1990 a la fecha, la Patrulla Fronteriza ha detectado alrededor de 127 túneles ilegales entre Nogales, Sonora, y Nogales, Arizona. Estos pasadizos llamados narcotúneles se construyen con la finalidad de facilitar el trasiego de drogas y de personas.

Según el portavoz de la Patrulla Fronteriza, por donde se cruza droga no pasan humanos, porque no se arriesgan a que una persona divulgue por dónde se está pasando; “el crimen organizado invierte mucho dinero en la construcción de estos túneles”, añade.

Comenta que en diciembre pasado se descubrió un pasadizo pegado a la línea internacional, cerca de la garita Dennis Deconcini, era de entrada y salida para el cruce de personas, precisa.

El drenaje también es usado para cruzar droga. En Nogales, Arizona, hay muchos comercios y casas abandonadas próximos a los límites fronterizos, y son utilizados por la delincuencia.

Se ha descubierto que por la red de drenaje desde el lado mexicano también se envía droga y se intercepta en esos lugares deshabitados. Ahí, literalmente, entre el excremento pescan la droga.

Esta práctica le ha costado millones de dólares al gobierno de la ciudad, pues con los bultos han colapsado la red de drenaje, por ejemplo, en los años 2009 y 2015 las aguas negras inundaron la avenida Morley.

Por el lado mexicano, los narcotraficantes profanan tumbas. En el panteón del Rosario, que se ubica frente a la línea fronteriza y a un costado del túnel pluvial de la Reforma, hay tumbas resguardadas con fuertes candados.

Algunos sepulcros lucen levantados y otros con cavidades. En agosto de 2016 se detectó que una tumba levantada conducía a un túnel con un diámetro de entrada de 51 por 51 centímetros y una longitud de 31.5 metros, de los cuales, 1.5 metros estaban en territorio nacional y 30 metros en el estadounidense con dirección a un terreno abandonado en Nogales, Arizona.

Ese panteón de la colonia Lomas del Rosario, que tiene tumbas de hace más de 150 años, luce vacío, pero da la sensación de que alguien vigila;  hay reportes  en la policía municipal de que el espacio se utiliza para escondite de droga o como “narcotúneles”.

El portavoz de la Patrulla Fronteriza refiere que en los últimos años ha sido fundamental la colaboración del gobierno de México para frenar el cruce de personas y de drogas.

“La colaboración binacional es muy importante para poder tener un poco más de control sobre todo lo que está sucediendo en la frontera”, considera al expresar que “Nogales es la capital del túnel en Estados Unidos”.

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