Cancún, Q. Roo.- El Fonatur Tren Maya aportó información presuntamente falsa y correspondiente a un trazo distinto, para integrar la Manifestación de Impacto Ambiental, modalidad regional (MIA-R) sobre el Tramo 5 Sur del Tren Maya, que ingresó extemporáneamente, ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para obtener la autorización correspondiente, afirmaron hoy Greenpeace México y el Centro para la Diversidad Biológica (CDB)
Luego de elaborar un exhaustivo análisis de la MIA-R, el par de organizaciones entregó un documento de más de 100 páginas a la dependencia federal, que detalla las omisiones e inconsistencias de la información encontradas y exigieron se niegue la autorización de impacto ambiental para dicho tramo, que va de Playa del Carmen hacia Tulum.
El par de organizaciones presentaron hoy un resumen sobre los aspectos más destacables del análisis hecho sobre el contenido de la MIA-R que el Fonatur Tren Maya ingresó, extemporáneamente, a evaluación del impacto ambiental de la Semarnat.
En conferencia de prensa virtual, demandaron también a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) la clausura del proyecto y sanciones para el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y Fonatur Tren Maya, por haber iniciado obras sin estudios y sin las autorizaciones federales a que obliga la ley ambiental, ya que el desmonte de selva media provocado en la zona viola diversas regulaciones locales y nacionales.
“Es importante recalcar que, al haberse hecho fuera del tiempo establecido por la ley, la presentación de esta MIA-R se da de forma irregular lo que ya constituye motivo para la cancelación de las obras”, expresaron Viridiana Lázaro, Aleira Lara y Luis Miguel Cano, por Greenpeace - México y Alejandro Olivera por el CDB.
Entre los aspectos más destacados que exhibieron es que el estudio de mecánica de suelo integrado a la MIA-R se elaboró sobre el trazo anterior, “por lo que la información presentada no tiene ninguna validez para el trazo actual del Tramo 5 Sur y lo que es aún más grave: Se está presentando información falsa”, señalaron.
El manifiesto de impacto ambiental contiene estudios de mecánica de suelos (geotecnia); de hidrología; taxonómicos para pasos de fauna y de permeabilidad (viabilidad transversal), señalaron.
“Sin embargo, la descripción de estos estudios no aporta ninguna conclusión respecto a la viabilidad del proyecto en función de los resultados del estudio. “Además, no se presenta un análisis de los resultados en el que se explique cómo se afecta o se beneficia al proyecto y al entorno ambiental en el que se pretende construir”, alertaron.
Viridiana Lázaro explicó que en el estudio de mecánica de suelos se analiza el riesgo por karsticidad , sólo considerando el peligro que representa para el proyecto, pero en las imágenes presentadas en la MIA-R “se observa que este análisis se hizo sobre el trazo anterior, por lo que la información presentada no tiene ninguna validez para el trazo actual del tramo 5 Sur”.
“Los sistemas kársticos son de particular importancia porque son los responsables de una buena parte de la recarga de las aguas subterráneas en la región maya, otorgan servicios ambientales importantes como reservorios de carbono, biodiversidad superficial, producción agrícola y agua de consumo. Además, es un lugar de prácticas culturales mayas con valor simbólico para sus habitantes y para el país”, detalló.
Durante la Reunión Pública de Información celebrada el pasado 7 de junio, personal del Fonatur Tren Maya evadió precisar si los estudios que nutren la MIA-R se realizaron en el nuevo trazo específicamente o si corresponden únicamente al universo que engloba el Sistema Ambiental Regional (SAR) que abarca una extensión más amplia.
Solo señalaron que la información integrada provino de estudios hechos desde mayo pasado –que efectivamente corresponden al trazo previos que iba sobre la carretera federal de Cancún a Tulum– y en enero, es decir, a semanas de haber movido ese trazo a poco más de cinco metros selva adentro y tan solo un mes antes de iniciar la devastación de la selva que, conforme a las inspecciones hechas por el gobierno de Solidaridad, comenzaron el el 11 de marzo.
De acuerdo con el artículo 28 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), antes de iniciar desmonte o cualquier actividad de construcción se debe de contar con la MIA-R aprobada.
También se incumple con el artículo 93 la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS), que obliga la presentación de Estudio Técnico Justificativo (ETJ) para el cambio de uso de suelo en terrenos forestales.
En esa misma Reunión Pública de Información, el Fonatur Tren Maya señaló que ese ETJ apenas está elaborándose y próximo a entregarse a la Semarnat para tramitar la autorización de cambio de uso de suelo.
Las y los activistas marcaron que también se están violentando el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial del Corredor Cancún- Tulum, vigente desde 2001, que prohíbe el dragado, relleno, excavaciones, ampliación de los cenotes y la remoción de la vegetación.
“El tramo 5 pasa por al menos tres cenotes y por una región de cuevas de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED)”, se indicó. La existencia de cavernas subterráneas también es reconocida en la MIA y fue confirmada en la Reunión Pública de Información por el Fonatur Tren Maya, que explicó que en los 67 kilómetros del trazo, existe una zona de riesgo de 6.6 kilómetros debido a la densidad y profundidad de cavernas.
En el análisis hecho se detectó que hay una inconsistencia en cuanto al número de especies que se encuentran en alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Tampoco se realizó un muestreo de todas las especies en el área del proyecto, “lo que representa una omisión grave porque no permite conocer todas las especies vegetales y animales que se verán directamente afectadas por la remoción de la vegetación”, expresó Olivera.
También durante la Reunión Pública de Información el Fonatur Tren Maya aseguró que incluso ya habían realizado –previo a la “demolición” de la selva– el rescate de flora y fauna silvestre, pero no aportaron ninguna evidencia de ello, ni contaban con la información de especies y ejemplares rescatados, ni a qué lugar se trasladaron.
“Las anteriores imprecisiones, falsedades y omisiones; la demora en el inicio del procedimiento de evaluación de impactos ambiental; así como la devastación ambiental que ya ha acontecido, solo profundizan las violaciones a los derechos a un medio ambiente sano, a la información y participación en temas ambientales, entre otros. Lo cual seguramente será motivo de ampliaciones en los juicios en marcha, sobre todo si la Semarnat hace caso omiso de ello”, advirtió Cano, abogado consultor de Greenpeace México.
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