Juchitán.— A mediados de julio, migrantes de países como Venezuela, El Salvador, Cuba, Colombia, Nicaragua, Guatemala y Honduras llegaron al municipio de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, para recibir de las autoridades migratorias un permiso de tránsito.
El 29 de julio, en el campo de futbol 21 de Marzo de ese municipio, en coordinación con las autoridades federales y municipales, se instalaron tres enormes carpas, así como baños móviles y dos ambulancias, que fueron utilizados como módulo humanitario.
San Pedro Tapanatepec recibió a más de medio millón de migrantes para obtener el Formato Migratorio Múltiple (FMM) de parte del Instituto Nacional de Migración (INM), documento que les permitiría en un principio internarse en el país hasta por 30 días, aunque después sin mayores explicaciones, el INM lo redujo a siete días.
Mientras les entregaban los permisos y para solventar sus gastos, los migrantes salieron al pueblo de Tapanatepec a buscar trabajo de lo que fuera, muchos migrantes instalaron puestos de ventas de comida, agua y peluquería.
Pero ante la saturación de personas que permanecían en espera de permisos en esta pequeña población oaxaqueña, el 12 de noviembre el presidente municipal encabezó una primera caravana de unos 500 migrantes, venezolanos en su mayoría, para desfogar la presencia de extranjeros en las calles de Tapanatepec y exigió al INM que apresurara la expedición de los permisos de tránsito, con la finalidad de que los migrantes no se quedaran muchos días en la localidad.
El 13 de diciembre, el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yáñez, informó que se cerró el módulo de atención a migrantes que habilitó en San Pedro Tapanatepec a partir de finales de julio pasado.