Monterrey.— El gobierno estatal tiene ya el control total de las cinco prisiones de Nuevo León y busca obtener la certificación internacional —por parte de la embajada de Estados Unidos y otros organismos— de los cuatro reclusorios que permanecerán en operación después de que sea cerrado el penal del Topo Chico, afirmó el secretario General de Gobierno, Manuel González Flores.
El funcionario informó que como parte de los trabajos para el cierre de Topo Chico, previsto para el 30 de septiembre o la primera semana de octubre, ayer fueron tras-ladados 199 internos, entre hombres y mujeres, hacia penales de Guanajuato, Michoacán, Chiapas, y Morelos, sin que los reos o sus familiares protestaran.
Aseveró que estas labores fueron resultado de un trabajo de inteligencia estatal y federal para lograr la gobernanza en los centros penitenciarios. Además, precisó que desde el inicio de la nueva administración federal, se han tras- ladado a casi 2 mil internos.
González Flores explicó que este sería de los últimos movimientos a otras entidades y detalló que en los penales de la entidad habrá una población penitenciaria de 6 mil 200 personas, en tanto que la capacidad es para casi 11 mil reos. En Topo Chico, dijo, hay 2 mil 400 reos que serán reubicados en los de Apodaca y Cadereyta durante el mes de septiembre.