Llueve y tiembla . En la Sierra Sur así han pasado los últimos cinco días, desde que las placas del fondo de la tierra se reacomodaron con una fuerza de 7.4 grados .
Desde entonces, las labores para cuantificar el tamaño del golpe no se detienen, pero a más de 100 horas del terremoto que nació en la región Costa de Oaxaca , los daños siguen brotando cuando se recorre esta tierra lastimada.
Aunque la cifra de muertos se ha detenido hasta el momento en 10 en todo el estado, los números de las afectaciones en viviendas, escuelas y monumentos históricos no hacen más que crecer. Por el momento, los datos oficiales señalan que la magnitud del sismo alcanzó a 148 de los 570 municipios del estado, por lo que el gobernador Alejandro Murat decretó que Oaxaca continúa “Estado de Emergencia”.
El epicentro de esa emergencia es precisamente la Sierra Sur, específicamente la microrregión indígena de los Ozolotepec , habitada por el pueblo zapoteca y compuesta por cinco municipios y sus agencias municipales.
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Es aquí, en esta zona rodeada de altas montañas, donde aún no se ha logrado ni siquiera esbozar la magnitud de los daños, porque hasta este sábado al menos tres comunidades se mantenían aisladas por los derrumbes en las carreteras y hasta ahora no han podido recibir el apoyo de las autoridades.
De acuerdo con el Consejo de Comunidades Indígenas de la Sierra Sur (Cociss), integrado por personas originarias de la microrregión de los Ozolotepec, hasta ayer permanecían incomunicadas tres comunidades: San José y San Antonio Ozolotepec, y San Andrés Lovene.
“Con las primeras lluvias que caen, en San José, —agencia municipal de San Francisco Ozolotepec—, se derrumban sus carreteras y sólo pueden salir por la canasta básica por veredas, hasta que pasan las aguas, pero ahora con este movimiento a los compañeros les fue mal y siguen incomunicados” dice Josías Ramos Ruiz, consejero general de Cociss.
El consejero explica en entrevista con EL UNIVERSAL que las otras dos comunidades aún aisladas, San Antonio Ozolotepec, y San Andrés Lovene, también son pequeñas agencias que administrativamente pertenecen a los municipios de Santiago Xanica y San Juan Ozolotepec, respectivamente. Y entre todas aglutinan a unas 150 viviendas dispersas en la sierra.
“Hasta ahora no se ha hecho la valoración de daños, sólo un recorrido y estimaciones, pero personal del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) nos informó que se calculan arriba de mil casas dañadas en los Ozolotepec, pero sí hay lugares donde ni siquiera han ido, como San Andrés Lovene”, detalla.
Ramos Ruiz dice que el jueves pasado, cuando las autoridades estatales y federales recorrieron esta región tan golpeada, las brigadas se concentraron en los lugares donde más azotó el sismo, como Santa Catarina Xanaguia.
“Ahí ya pudieron entrar e hicieron una cuantificación de las afectaciones, pero en las tres comunidades incomunicadas también hubo daños, pero nadie ha entrado, estamos hablando de unas 150 casas”.
Claman por ayuda
Parados frente a su casa fracturada, cuyas paredes de adobe no resistieron el terremoto, una veintena de habitantes de San Andrés Lovene mira directo a la cámara. Se trata de una recopilación de fotografías en la que 11 mujeres y nueve varones, jóvenes y de la tercera edad, muestran los estragos que la sacudida dejó en esta agencia con un alto grado de marginación y a la cual las lluvias ya amenazan con su llegada.
“Pido apoyo para San Andrés Lovene, que es una comunidad que está muy lejana a la ciudad y por lo tanto nadie ha volteado a ver y hay demasiados destrozos. Creo que las fotos hablan por sí solas. Yo conozco la comunidad y a la gente ahí, la mayoría son de escasos recursos y todos hablan en zapoteco”, dice Alejandra Ramírez en una publicación de Facebook que acompaña las imágenes.
En el mensaje, Alejandra narra que los pobladores de la región solicitan ayuda, porque la mayoría perdió su casa y requieren productos de primera necesidad, como alimentos, de higiene personal, cobijas y ropa que abrigue, en buen estado.
Cociss, organización de la Sierra Sur que confirma los daños y el aislamiento de San Andrés Lavene, también ha instalado dos centros de acopio para los damnificados.
La emergencia continúa
La situación que se vive en San Andrés Lovene, y en San José y San Antonio Ozolotepec, es una de las razones por las que este viernes el gobernador Alejandro Murat informó que se continúan contabilizando los daños y que se atenderán a los municipios afectados mediante una estrategia que estará a cargo de los integrantes de su gabinete legal y ampliado.
En ella se contemplan seis acciones: 1) Salvaguardar la vida de las familias oaxaqueñas; 2) Establecer albergues en caso de ser necesario; 3) Asegurar la alimentación; 4) Asegurar la atención de salud; 5) Garantizar la seguridad; y 6) Coordinar los esfuerzos para verificar el censo de daños materiales en vivienda, escuelas, hospitales y edificios públicos.
“Quiero reiterarles que mi gobierno estará cerca y de manera permanente de cada uno de los afectados y afectadas, y recordemos que lo que siempre nos ha hecho fuerte es nuestra unidad”, afirmó el gobernador.
Hasta el último corte, sumaban más de 10 mil viviendas dañadas por el sismo, se contabilizan 51 tramos carreteros con afectaciones; además de 209 escuelas, y 152 monumentos históricos con afectaciones.
Por ello, la Coordinación Nacional de Protección Civil emitió la Declaratoria de Emergencia para 72 municipios y se encuentra en proceso la solicitud de Declaratoria de Desastre.
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