Ciudad Juárez.— Ante el posible repunte de la violencia en los próximos días en esta frontera, autoridades estatales enviaron ayer un contingente de 100 elementos para reforzar las tareas de vigilancia, informó la fiscalía estatal.

La ola de torturas y homicidios ha dejado un saldo de 30 muertos del jueves al sábado en esta zona. Aparentemente, la mayoría de las víctimas están vinculadas al conflicto que se desató entre dos organizaciones criminales que venían operando de la mano desde hace por lo menos una década: La Línea y Los Aztecas.

Ambos grupos daban sus servicios al Cártel de Juárez, pero la lucha intestina por el mando desató un conflicto que ha provocado decenas de muertes en las últimas semanas, entre éstas las de 11 personas en una casa de la colonia Praderas de los Oasis, las cuales fueron torturadas y ahorcadas la noche del jueves, aunque sus cuerpos se localizaron hasta la mañana del viernes.

El contingente partió en un convoy de unas 30 unidades y permanecerá de forma indefinida en la frontera, ya que la fiscalía prevé que surjan “venganzas” entre los dos grupos criminales, que si bien éstas se han dado de forma aislada no se descarta que puedan originarse conflictos en sitios públicos y dejar víctimas circunstanciales.

De los 11 muertos localizados con huellas de tortura, se identificó a cuatro de ellos. La Fiscalía Norte confirmó que en el lugar del ataque se localizaron pipas para fumar cristal, y que varias de las víctimas tenían insertados tales dispositivos en el ano, lo que representa un mensaje entre los grupos criminales que disputan el trasiego de dicho enervante.

Ayer se publicó que la ola de violencia tiene su origen en una traición al Cártel de Juárez, pues uno de sus líderes estaría buscando protección del FBI, aseguró la prensa de Texas, al citar fuentes policiacas del vecino país. En tanto, una pareja fue asesinada con torniquetes, igual que las 11 víctimas de la colonia Praderas de los Oasis.

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