Ciudad Juárez.— Estigmatizada por el alto índice de feminicidios y la violencia que por décadas la ha azotado, Ciudad Juárez sigue siendo un lugar en el que muchas familias ven la posibilidad de construirse un mejor futuro a pesar de que en algún momento tuvieron que huir de la inseguridad.
Edith y Luis, junto con su hijo de apenas tres años y en espera de su segunda hija, residieron en esta frontera durante una época en la que, a nivel nacional e internacional, los hechos violentos marcaron a Ciudad Juárez.
Ambos trabajaban en una joyería de plata a consignación y por algún tiempo estuvieron a salvo de la delincuencia; sin embargo, llegó el día en el que un grupo de hombres acudió a exigir la cuota de piso y no volvieron a tener paz.
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En febrero de 2011, Edith y Luis decidieron dejar Juárez para no poner en riesgo la vida de sus hijos pequeños, pero luego de estar en ciudades como Durango y Monterrey, a finales de 2013 decidieron regresar a Ciudad Juárez.
A pesar de que Juárez aún aparece como una de las ciudades más violentas del país, para Edith las cosas mejoraron en los últimos años.
“Volvimos por el trabajo, porque a pesar de todo, aquí se vive mejor que en otras ciudades”, afirma.
Edith y Luis se percataron de que los comercios estaban reabriendo sus puertas y que, de alguna manera, las extorsiones habían cesado.
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“Tal vez porque no veo muchas noticias, pero antes había balaceras en la calle y ahora ya no observo tanto eso”, asegura la joven madre, quien considera también que los asesinatos ahora se registran de manera más discreta y eso genera una sensación de mayor paz.
Esta semana, de acuerdo con el informe de incidencia delictiva presentado por el gobierno federal, Ciudad Juárez se posicionó como el segundo lugar en la lista de los 50 municipios con el mayor número de homicidios dolosos entre enero y mayo de este año.
Ante una realidad innegable, la inseguridad es cotidiana: “Siempre estamos pendientes de los hijos; los llevamos y los traemos a todos lados, siempre están con gente conocida o con nosotros, es algo a lo que ya estamos acostumbrados”, afirman.