Juchitán.– En Santa María del Mar la oscuridad llegó a su fin, dijo doña Luz María, una vendedora de alimentos de esa comunidad ikoots, tras observar las maniobras de los técnicos electricistas que colocaban las lámparas para iluminar las calles.
"Íbamos a cumplir, en septiembre, 13 años sin tener alumbrado público, 13 años de vivir en la oscuridad, pero ahora ya estamos estrenando lámparas que alumbrarán nuestras vidas", señaló por su parte, don Teodófilo, un pescador de la tercera edad.
Llevar la electricidad a Santa Mar del Mar, una pequeña comunidad de menos de mil habitantes que pertenece al municipio de Juchitán, “fue un reto complejo, pero se logró mediante la coordinación institucional”, destacó el alcalde juchiteco Emilio Montero Pérez.
Desde septiembre de 2009, la comunidad de Santa María del Mar quedó incomunicada por la vía terrestre luego que sus vecinos y hermanos ikoots de San Mateo del Mar les cerraron el paso por la disputa de mil hectáreas.
Sin acceso terrestre, sin red de agua potable y sin energía eléctrica que cortaron los pobladores de San Mateo del Mar, y abandonados a su suerte, los habitantes de Santa María del Mar empezaron a vivir como rehenes en su propia tierra pegada entre aguas del Pacífico y de la Laguna Superior.
En ese contexto, en el 2019, el gobierno juchiteco gestionó ante el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) la instalación de una granja solar con una inversión inicial de 45 millones de pesos que, derivado de un atraso de dos años, se elevó a 60 millones.
Durante los años 2020 a 2021, las autoridades de los tres niveles de gobierno negociaron con representantes de una asociación de comunidades indígenas, que en el pasado reciente rechazaron la instalación de un parque eólico en la zona, para que pasaran los postes por mar.
En abril de este año, luego que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) inició la operación formal de los 273 paneles solares con una generación de 2 mil megas, el gobierno municipal tomó la determinación de colocar 160 luminarias tipo LED, para iluminar las calles.
Cuando los hombres y mujeres de Santa María del Mar vieron a los técnicos electricistas enviados por el gobierno municipal de Juchitán que estaban colocando en los postes las lámparas, "se alegraron", testificó el director de agencias municipales, Pavel Montero López.
En tres lanchas prestadas por la comunidad ikoots, dispuestas desde el embarcadero de San Dionisio del Mar, los técnicos subieron unas 30 cajas con las lámparas, los brazos, las abrazaderas, las fotoceldas y todo el personal que desde el sábado comenzó a instalar el alumbrado.
La alegría del pueblo está justificada, después de 13 años de no contar con electricidad, desde abril ya tenemos luz y desde el sábado, las calles están iluminadas por las noches, comentó el agente municipal de Santa María del Mar, José Martínez Juan.
El consumo de la energía eléctrica será cubierto mensualmente por el gobierno municipal de Juchitán, que invirtió poco menos de un millón de pesos para la compra de 160 luminarias que trajeron la alegría de doña Luz María y de don Teodófilo, en esa localidad ikoots.
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afcl
