Tras el asesinato de dos choferes y el incendio de unidades
, el pasado viernes, por parte de un grupo de presuntos sicarios que atacaron la base “Morelos”, elementos del Ejército y policías estatales reforzaron las operaciones de seguridad en la carretera Chilpancingo-Chilapa de esta capital.
El día de hoy, conductores decidieron suspender el servicio de transporte de la ruta Chilpancingo-Chilapa en espera de que el gobierno les otorgue seguridad para el desempeño de su trabajo.
En dos ataques simultáneos, al parecer perpetrados por un mismo grupo criminal, sujetos llegaron alrededor de las 19:30 horas a la terminal “Morelos”, de camionetas Urvan de la ruta Chilpancingo-Chilapa, de la colonia Caminos, donde un trabajador del volante murió calcinado mientras esperaba turno para salir con pasajeros tras arrojar al interior de su camioneta una granada.
Media hora más tarde, a la salida de Tixtla, individuos retuvieron una camioneta de pasajeros de la misma terminal, bajaron a los pasajeros y al chofer a quien ejecutaron de varios balazos y después le prendieron fuego a la unidad.
Hoy los integrantes de la terminal de camionetas del servicio de transporte foráneo Chilpancingo-Chilapa, decidieron cerrar su local y suspender sus actividades en demanda de seguridad y el castigo a los responsables de la ejecución de dos de sus compañeros, la reparación de daños y que se les brinde seguridad.
Ante la decisión tomada por los trabajadores del volante, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, acordó con mandos de la 35 zona militar vigilar la ruta de la carretera federal Chilpancingo-Chilapa, para que junto con policías estatales, proporcionar seguridad no solo a los choferes del sitio “Morelos” sino a la población en general, mientras que dio a conocer que la Fiscalía General Estatal (FGE), integró un expediente para investigar los hechos y proceder a detener a los responsables.