Matamoros.— Los años de espera e incertidumbre rindieron fruto finalmente para los cientos de migrantes asentados en esta ciudad. Ayer, autoridades estadounidenses recibieron al primer grupo de 27 personas que forman parte del programa de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés).
El grupo estuvo acompañado por representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), así como del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Gladys Edith Cañas Aguilar, lideresa de la asociación civil Ayudándoles a Triunfar, dio a conocer que —hasta el momento— 25 mil migrantes estarán siendo recibidos por las autoridades estadounidenses a lo largo de las fronteras mexicanas y que todos cuentan con un proceso migratorio iniciado.
“Nos dijeron que se pretende que el proceso sea seguro, regulado y humano. Será un proceso digno, ya que cambiaron la atención que se daba en administraciones pasadas y, sobre todo, basado en los valores de Estados Unidos”, explicó.
Por su parte, Giovanni Lepri, representante adjunto del ACNUR México, y Jeremy MacGillivray, jefe adjunto de la OIM en México, manifestaron que en todos los casos se aplica un proceso de registro y pruebas Covid-19, y precisaron que, sin el examen médico, los migrantes no serán recibidos en Estados Unidos.
El proceso para recibir a los migrantes inició con un censo en el campamento de Matamoros, donde, además, a las personas se les colocó una pulsera con un número de serie y hubo un prerregistro para llevar un control de los extranjeros que esperan cruzar a territorio estadounidense.
Únicamente en Matamoros, Tamaulipas, se encuentran 750 migrantes a la espera de ser atendidos por las autoridades de la Unión Americana; la mayoría de ellos, con dos o tres años de residencia en esta frontera.
Pablo Alberto Mancilla, migrante originario de Cuba, no puede ocultar su alegría al saber que al menos 27 de sus compañeros están ya en Estados Unidos.
Para este hombre, la esperanza nunca murió, puesto que sabía que la política migratoria del presidente de EU, Joe Biden, privilegia los derechos humanos y les permitiría cumplir el llamado sueño americano.
“Claro que estamos contentos porque aunque muchos estaban desilusionados porque se estaba alargando el tiempo [de espera], hoy por fin ya pudieron cruzar y eso nos motiva. Sabemos que el proceso va a ser lento porque no se recibirá a 300 personas, sino a grupos de 25 o poco más, pero estas políticas del presidente Joe Biden nos benefician”, dijo.
Comentó que para ellos no es inconveniente que se les pidan pruebas Covid, pues de esta forma pueden tener la seguridad de que todos los migrantes que pasan se encuentran sanos.
“Este campamento está en manos de Dios porque todos estamos sanos, los niños están jugando, tenemos buena salud y esperamos ya pronto estar en Estados Unidos”, agregó.