Guadalajara.— En 2016, la fiscalía del estado rentó la caja de un tráiler con refrigeración para almacenar cadáveres, ante la falta de infraestructura en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para guardar restos de personas no identificadas.
Desde años atrás el espacio era insuficiente, y para desahogar el lugar se recurrió a la cremación. Sólo entre 1997 y junio de 2015, el IJCF incineró 2 mil 754 cuerpos. Incluso, aunque en 2013 la reforma a la Ley General de Víctimas prohibió esta práctica hasta que se agoten todas las investigaciones, aquí se siguió realizando dos años más.
Detalla que la caja del tráiler permaneció en el IJCF hasta hace aproximadamente dos meses, cuando la fiscalía decidió resguardarla en una bodega de la colonia La Duraznera, cerca de la carretera a Chapala, en el municipio de Tlaquepaque. “La gente se dio cuenta de que estaba esa unidad ahí y se manifestaron en el ayuntamiento, y la alcaldesa hizo su parte”, recordó Cotero.
El jueves 13 de septiembre, la presidenta de Tlaquepaque, María Elena Limón, solicitó al gobierno del estado sacar el tráiler de esa bodega.
Un día después, el gobierno del estado decidió mover el contenedor y reubicarlo en una bodega de la fiscalía, en la zona industrial, pero no cabía y había que desoldar una parte para introducirlo. La tormenta de ese día, según el vocero del gobierno estatal, Gonzalo Sánchez, impidió hacer la maniobra y “alguien” decidió llevarlo a un predio a cielo abierto detrás del fraccionamiento Paseos del Valle, en Tlajomulco.
El sábado, a través de redes sociales, los vecinos se quejaron y cuestionaron a la autoridad municipal, por lo que el gobierno de Tlajomulco responsabilizó a la administración estatal y aseguró que nunca fue informado de esa situación.
Para ese día, el gobierno de Jalisco pudo resguardar el contenedor en las instalaciones de la fiscalía y el lunes, después de que se desató un escándalo a nivel nacional y se destituyó al director del IJCF, el gobernador ordenó regresar el tráiler a las instalaciones del instituto, donde hay otro contenedor refrigerado, en el que se siguen almacenando cuerpos.
Esta situación no es nueva y se deriva de la falta de un panteón forense, que se ha intentado construir en dos ocasiones, primero en el municipio de Magdalena, donde la población se opuso, y ahora en Tonalá, donde la obra inició el mes pasado pero se volvió a suspender por las oposición de los vecinos.
El último proyecto prevé la construcción de 10 módulos, con espacio para 80 cuerpos cada uno. Actualmente, en el IJCF se resguardan los cuerpos no reclamados de 444 personas, incluyendo los que están en las dos cajas de tráiler.
