Chiapa de Corzo.- María Jiménez recorrió 314 de la cabecera departamental de Huehuetenago a Tuxtla para visitar en el hospital de la Cruz Roja a su esposo Isaac Juan Francisco, de 33 años de edad , que resultó con fracturas de costillas en el accidente del tráiler del pasado jueves, pero cuando quiso volver a verlo, le dijeron que ya no podía porque elementos de la Fiscalía había ido por él por un delito pendiente que tiene en Tlaxcala.
El guatemalteco fue trasladado hacia Tlaxcala el martes por la tarde para ser presentado ante un Juez por un delito que su esposa desconoce porque “es la primera vez que entra a México”.
“Mi esposo iba como migrante en el furgón”, explicó María Jiménez que el martes por la madrugada salió de su hogar para viajar hacia Tuxtla donde supo que su cónyuge estaba internado en el hospital de la Cruz Roja.
Pero cuando quiso volver a verlo le dijeron que lo habían llevado al Hospital Básico Comunitario de Berriozábal , a 24 kilómetros de distancia, donde intentó visitarlo y le dijeron que Isaac sería trasladado hacia Tlaxcala, para ser presentado ante el Juez por un delito que había cometido, pero ella asegura que no le dijeron de qué lo acusan.
“No se cuánto tiempo va estar en la cárcel. Están haciendo las investigaciones”, agregó la mujer que ante el traslado de su esposo decidió regresar este miércoles a Huehuetenango para reunirse con sus dos hijos.
Explica que pudo ver cuando su esposo lo sacaron del Hospital Básico Comunitario para ser trasladado hacia Tlaxcala, pero ya no le dio tiempo de conversar más como lo hizo en la Cruz Roja. “Yo quería hablar con él”, dijo.
El traslado de su esposo a Tlaxcala, para ser recluido en un penal, ha dejado a María “un poco triste, porque ya no sé nada de él. No se cómo esté él ahora”. Unos policías que llegaron hasta el Hospital de Berriozábal le dijeron a la guatemalteca que su esposo tenía ser trasladada hacia Tlaxcala. “Solo me dijeron eso y se lo llevaron detenido”.
Según la mujer, Isaac había salido de Huehuetenango para buscar llegar a los Estados Unidos, porque “allá en Guatemala hay mucha pobreza”, pero pagaría a los polleros los siete o nueve dólares en el momento que entraría a los Estados Unidos.
Ante el traslado de su esposo a Tlaxcala, María pide a las autoridades que “lo atiendan bien , porque tiene fracturadas las costillas”, porque ella no podrá viajar hacia allá para visitarlo para conocer su mejoría en el estado de salud. “Creo que cuesta mucho para viajar hacia allá”, agregó.
El martes, fuentes diplomáticas informaron que con la identificación de los cuerpos de otros dos guatemaltecos, suman 21 los ciudadanos de ese país que están plenamente reconocidos y que permanecen en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Tuxtla, Tonalá y Pijijipan, en espera de ser repatriados a su país de origen.
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