San José del Progreso, Oaxaca.- La Compañía Minera Cuzcatlán, filial de la empresa canadiense Fortuna Silver Mines, reinició sus operaciones con estrictas medidas de seguridad y protocolos para evitar la propagación del coronavirus, tras más de un mes en paro por el acuerdo emitido por autoridades sanitarias.
Ubicada en San José del Progreso, un municipio zapoteca en el corazón de los Valles Centrales, la mina Cuzcatlán es la séptima con mayor producción de plata en el mundo.
Retomó operaciones el pasado 1 de junio, luego de que la minería fuera considerada una de las nuevas actividades esenciales por los gobiernos de México y Oaxaca. Aquí se extrae plata con fragmentos de oro; actividad que impacta a la región.
De acuerdo con Juan Pablo Guzmán, secretario de Economía de Oaxaca, estos manuales y protocolos sanitarios fueron autorizados directamente por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para garantizar que, al retomar actividades, la mina no se convierta en un foco de infección de la pandemia, algo fundamental dado que la región de los Valles Centrales ha sido catalogada como el epicentro de la pandemia en Oaxaca.
Para garantizar el retorno seguro a las labores, la empresa minera debió cumplir los 78 lineamientos que establece el IMSS, con los que se protege al personal y se busca evitar la propagación del Covid-19.
Para eso, implantó una serie de medidas entre las que se encuentran la instalación de un filtro sanitario en el ingreso, tapetes sanitizantes, revisión de la temperatura y evaluaciones médicas al personal; además, se sanitizaron diferentes áreas y se estableció como norma la sana distancia.
También se colocaron acrílicos para aislar a las personas en el área de comedores, vestidores y otras zonas donde se expenden alimentos. Además, todo el personal cuenta con equipo de protección individual que consta de zapatos industriales, chaleco con cintas reflejantes, casco, guantes, lentes de seguridad y el uso obligatorio de tapabocas.
Cada empleado es sometido a un filtro especial en la entrada y posteriormente pasa por una consulta médica de 15 minutos. En todo momento debe portar equipo de seguridad y protección, y no pueden estar a menos de un metro y medio de distancia unos de otros, ni en los comedores ni en ninguna otra área común.
“Nosotros hemos ido más allá”, aseguró la subdirectora de Sustentabilidad de la Compañía Minera Cuzcatlán, Cristina Rodríguez, “hacemos pruebas serológicas a todo nuestro personal y contratistas que están aquí permanentemente. Las pruebas para control interno se realizan a personal asintomático. Esas pruebas trabajan sobre la inmunoglobulina, que es lo que generamos cuando tenemos la presencia del virus.
“Las pruebas no detectan como tal el virus. Son unas pruebas para control interno que nos dan un poco más de información acerca de los riesgos. Tú puedes detectar a una persona asintomática si es portadora del virus; posteriormente se confirma con las pruebas que realiza el gobierno”, explicó.
Cristina Rodríguez explicó que cuando se decretó la emergencia sanitaria, a mediados de marzo pasado, las autoridades publicaron un listado de empresas con actividades esenciales y dentro de las cuales no estuvo considerada la minería.
El mismo decreto, sin embargo, establecía que podrían realizar actividades mínimas esenciales o de mantenimiento en sus instalaciones, por lo que durante la emergencia sanitaria la minera estableció un plan de mantenimiento con el cual se pudieran evitar accidentes y permitir un futuro reinicio de operaciones sin obstáculos.
Indicó que durante este tiempo, la empresa implementó un fondo emergente para “darle soporte” a las comunidades afectadas por el paro en sus actividades, principalmente porque 70% de su plantilla laboral es originaria de Oaxaca, incluyendo a sus contratistas directos.
Cristina Rodríguez afirmó que es complicado medir el impacto económico del cierre temporal de sus actividades por la cantidad de personas, empresas y contratistas que participan de su empresa, ya sea de manera directa en la prestación de servicios, o indirecta. Destacó que la minería es la tercera industria más importante en Oaxaca, por debajo del turismo.
“La industria minera también representa 2.3% del Producto Interno Bruto [PIB] nacional y 8.7% del PIB del sector industria. Entonces, genera un gran impacto porque las unidades mineras se encuentran localizadas en sitios donde de otra manera no puede llegar esta derrama o estos apoyos a las comunidades”.
Cristina Rodríguez manifestó que la “nueva normalidad” es la necesidad que tienen todos de salir a trabajar y generar un ingreso para mantener a la familia. Ésta, dijo, se inició agregando a la minería, la automotriz y la construcción como industrias esenciales, pero gradualmente tendrá que abarcar a todos los sectores de la sociedad y la economía.
“Todos necesitamos volver, pero vamos a volver diferente, lo tenemos que hacer cuidando nuestra distancia, nuestra salud. Esa es la ‘nueva normalidad’: tener las oportunidades sin poner en riesgo nuestra salud y eso es un principio fundamental de los individuos.
“Como industria minera somos la punta de flecha sobre cuáles serán las medidas y protocolos de salud para que la gente las pueda ir replicando en las casas, en el transporte y en todos los lugares donde estamos, y promover el cuidado de la salud”, finalizó.