Paletas heladas, fruta congelada, baños para que se refresquen, suministro de electrolitos, reposición de líquido para que siempre tengan agua limpia en sus bebederos y facilitar que puedan acceder a espacios con sombra son, entre otras, las medidas que han tomado las autoridades y el personal del zoológico de Tamatán, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, y el Parque La Pastora, en Nuevo León, ante la ola de calor.
Las medidas se toman con el fin de evitar que los ejemplares que ahí habitan enfermen o fallezcan por deshidratación o golpe de calor ante las temperaturas que han llegado por arriba de los 40 grados.
En Ciudad Victoria, el personal del Zoológico Tamatán atiende a una población de 460 animales; hasta el momento no registra ningún fallecimiento por la ola de calor.
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EL UNIVERSAL visitó el lugar a mediodía, cuando ya había visitantes, y algunos adultos mostraban su preocupación por conocer la afectación del clima extremo hacia los animales. “Me gusta mucho este zoológico, vengo desde que era niña, ahora está remodelado y traigo a mis nietos”, expresó la señora Lucía Hernández, quien manifestó su inquietud, “es insoportable el calor, Dios quiera y sí estén bien cuidados para que no sufran de golpes de calor”.
Al respecto, el titular del departamento de Veterinaria y responsable técnico del zoológico, Eduardo Camacho Puga, subrayó que no hay ningún fallecimiento por golpe de calor, a pesar de que las temperaturas en Ciudad Victoria llegan a estar a 41 grados y con una sensación térmica hasta de 48 grados.
En un recorrido, explicó que se remodeló aproximadamente en 2002, “fue creado con las características adecuadas para las temperaturas de la ciudad, muy altas, entonces las instalaciones que tienen los animales están adaptadas para permitir el flujo de aire”.
“En el interior se mantiene un ecosistema diferente a la ciudad, la verdad, es fresco. Nosotros tratamos de que el animal tenga los medios para que puedan esconderse y disipar el calor de forma natural. También todos los recintos tienen charcas de abundante agua”, explicó el médico veterinario zootecnista graduado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Los visitantes que vengan en esta temporada de clima extremo no van a encontrar animales jadeando”, añadió.
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El bosque que aún existe en Tamatán y el agua en las instalaciones permite que sea una fuente de vida para unas 100 especies de aves, que son externas al sitio, llegan de diferentes partes a refugiarse y a descansar en los árboles. Otro aspecto al que se refirió Camacho es a los métodos específicos de termorregulación de muchos animales.
Citó el ejemplo de los bisontes, “están llenos de pelo, tienen una capa protectora de aire bajo su pelaje que lo aísla del calor extremo, igual la tienen todos los animales peludos. Los animales mamíferos, por ejemplo, son endotérmicos, regulan su temperatura, pero los que sí pueden ser afectados son los reptiles, pero si les damos la opción para esconderse lo hacen”.
De visita con sus alumnos de la Escuela Primaria Lauro Aguirre, del municipio Villa de Casas, la maestra Nancy Zurita se mostró preocupada porque no había mucha asistencia de visitantes, “debe ser por el intenso calor y la hora en que nosotros venimos; los niños están muy emocionados porque han podido ver una gran variedad de animales, en verdad sí vale la pena, hay que venir más público para que tenga mucha vida este lugar”.
El vocal de la Comisión de Parques y Biodiversidad de Tamaulipas, Eduardo Rocha Orozco, comentó que ante la ola de calor con altas temperaturas continuarán con la aplicación de protocolos para la protección de las especies. Aseguró que se realiza el cambio constante de agua en los bebederos y en las charcas que hay en todo el zoológico.
En Monterrey, durante un recorrido al mediodía, cuando el termómetro marcaba 42 grados, José Luis Perales, médico clínico del zoológico, explicó que todo el personal se mantiene atento de los animales para atender de inmediato cualquier detalle que observen fuera de lo normal, pues han aprendido a conocerlos, amarlos, respetarlos y tener empatía con ellos.
Para ayudarles a soportar los efectos de la ola de calor, todos los días entre ocho y nueve de la mañana cuando llega el personal que ayuda en la limpieza y en darles alimentación, les suministran aminoácidos y suplementos para hidratación con electrolitos, potasio, magnesio, fósforo y un poco de dextrosa, para que puedan recuperar lo que se pierde por el sudor.
Además de costosos, algunos de los suplementos son difíciles de conseguir, ya que son específicos para animales con estrés y deshidratación y los fabrican en Estados Unidos, a veces no tienen, pero no nos detenemos hay una serie de productos que siempre utilizamos en reemplazo.
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El especialista señaló que no han tenido problemas por las altas temperaturas, gracias a estas y otras medidas como dejar abiertos durante el día sus “cuartos de noche”, para que los animalitos escojan si se mantienen tomando sol un rato o se refugian bajo techo o a la sombra de los árboles existentes en los espacios que tienen delimitados de acuerdo con su especie y también cuando se trata de evitar que compitan entre ellos en una lucha por territorios, como se da, por ejemplo, entre los cocodrilos.
“No hemos tenido una problemática por el calor, tomamos medidas muy específicas como son que todas las delimitaciones donde están los animales tienen cuartos de noche o áreas de maternidad, las dejamos abiertas, para que los animalitos decidan si quieren estar adentro o afuera, la ventaja es que a esas maternidades que les llamamos cuartos de noche, son cuartos frescos, tienen luz solar casi nula y tienen ventilación; hemos logrado controlar o mitigar los efectos del calor de esta manera y a los ejemplares los estamos hidratando con manguera, los estamos bañando, les ayuda mucho, por ejemplo, a los tigres, a los elefantes y al hipopótamo, animales que siempre están resguardados en su agua”.
Las atenciones que les brinda José Luis van mucho más allá de simplemente dejarles el alimento o cuidar su salud. En Navidad, por ejemplo, les pone sus alimentos en una caja que ellos abren como si fuera un regalo, pues dice que todos merecen respeto y empatía, al tiempo que todos le brindan momentos de alegría, y cuando sale del trabajo sigue con el pendiente de ellos.