Desde Zacatecas, nos cuentan que las condiciones de inseguridad que hay en el estado no son sólo percepción de la población, pues comienza a reflejarse en funcionarios, en especial en la Secretaría de Seguridad Pública estatal. Nos detallan que el convoy que usa el titular de esa dependencia, el general retirado Adolfo Marín Marín (mando desde noviembre de 2021), al principio era resguardado por patrullas de la Policía Estatal Preventiva, pero a últimas fechas sólo es custodiado por camionetas de la Guardia Nacional, por lo que varios se preguntan si hay poca confianza en los agentes estatales o de plano las cosas están tan mal como para blindar de tal forma sus desplazamientos. ¡Qué miedo!

¡Que siga la fiesta!, ¿que, qué?

El que sigue dándole prioridad a la fiesta más que a la prevención de contagios de Covid-19 en Baja California Sur, nos platican, es el alcalde de Los Cabos, Óscar Leggs Castro (Morena). Nos indican que apenas terminada la pachanga por su cumpleaños, don Óscar ahora ya prepara las fiestas tradicionales de San José del Cabo —canceladas los últimos dos años por la pandemia—, a pesar de que el Consejo Estatal de Seguridad en Salud mantiene suspendidas todas las festividades por el alto número de casos de Covid activos que hay en la entidad, y aunque don Óscar asegura que tienen plan A, B o C según le pongan el semáforo, aclaró que, eso sí, serán muy austeras. ¡Menos mal que algo lo preocupa!

Como niño en juguetería

Quien anda como pavorreal en San Luis Potosí, nos comentan, es el gobernador Ricardo Gallardo Cardona (PVEM), luego de que en el más reciente ranking de la empresa Mitofsky para medir la aprobación ciudadana de los gobernadores y gobernadoras de México, aumentó en sus índices de aprobación. Nos detallan que don Ricardo se posicionó como el mandatario estatal que obtuvo un mayor incremento en la medición en el último mes, en comparación con diciembre de 2021, pero además, desde que llegó al cargo, ha ido “pian, pianito”, subiendo escalones, por lo que más de uno ya le está echando ojo a los programas sociales potosinos, como el subsidio a la tortilla o las becas alimentarias, para ver si salen del fondo de la tabla el otro mes. ¡Qué tal!