Monterrey, NL, 9 de diciembre- La monumental escultura de la Virgen de Guadalupe , que fue instalada en la ribera norte del río Santa Catarina con motivo de la segunda visita que hizo el Papa Juan Pablo II en mayo de 1990 , regresó el miércoles a su sitio, el mismo lugar del que fue arrancada por la fuerza de las corrientes del huracán Alex , el 25 de junio de 2010.

Coincidencia o milagro, según quien lo diga, la imagen de acero, de 12 metros de altura y unas 10 toneladas de peso, diseñada por el presbítero Aureliano Tapia Méndez, quedó al descubierto parcialmente, entre las piedras del río Santa Catarina, por los torrentes de otro huracán Hanna, y el pasado 27 de julio de 2020, una día después del paso de la tormenta, fue localizada por el albañil, José Esteban Ramírez Cortés cuando, junto con otros trabajadores de la construcción, que buscaban en el lecho del río chatarra para vender.

Al hallar similitud a la estructura que sobresalía entre piedras y lodo con la réplica de la imagen de la Virgen de Guadalupe, que fue colocada en el mismo sitio donde estaba la pieza original y que hasta entonces se creía perdida para siempre, José Esteban, ferviente devoto de La Morenita, evitó que otros chatarreros cortaran con segueta los rayos del aura de la imagen religiosa, hecha toda de acero, para venderlos por kilos.

Al divulgarse por las redes sociales y medios tradicionales la noticia sobre el hallazgo de la virgen perdida, la arquidiócesis de la ciudad a cargo de l arzobispo Rogelio Cabrera López y el gobierno municipal de Monterrey , se coordinaron para emprender a partir del 30 de julio el rescate de la escultura monumental por parte de trabajadores de Servicios Públicos Municipales.

Luego de seis días de trabajos con el uso de herramientas de mano como picos y palas para no dañar la estructura de acero y el apoyo de maquinaria pesada, los empleados municipales lograron su objetivo, ante la mirada de cientos de curiosos y fieles guadalupanos que acudían a observar sus labores, al tiempo que aprovechaban para llevarse algún recuerdo como piedras o agua del río Santa Catarina, al atribuirles posibles propiedades milagrosas por haber estado en contacto con la virgen.

Termina el viaje; la Virgen de Nuevo León regresa a su sitio, tras 10 años perdida en el río
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Debido a las grandes dimensiones de la escultura, el traslado para su restauración en la empresa Aceros del Toro, en el municipio de Escobedo, al norte de la zona metropolitana, se realizó en un vehículo pesado en horas de la madrugada para no afectar la de por sí caótica circulación vehicular de la ciudad.

Por fin, el 14 de noviembre de 2020, cuatro meses y una semana después de su rescate, con la reparación o sustitución de las partes que habían arrancado las corrientes del río o destruyó la oxidación, la imagen quedó tal cual fue construida en los talleres de la empresa Estructuras y Construcciones Eferco de Ciudad Guadalupe, para que el diez de mayo de 1990, el Papa Juan Pablo II, oficiara a lado suyo, un magna misa en el lecho del Santa Catarina, que dedicó a las madres en su día y a los obreros de la otrora llamada capital industrial de México.

Según el entonces arzobispo de Monterrey, Adolfo Antonio Suárez Rivera, la misa contó con la asistencia de dos millones de fieles católicos de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y el sur de Texas, aunque otras fuentes estimaron en al menos 300 mil los asistentes y los organizadores del sector privado hicieron preparativos para recibir 1.7 millones de personas.

El regreso de la escultura ya restaurada a su sitio original, no podría ser por ello más contrastante, pues debido a la pandemia de covid-19, las autoridades de Monterrey dieron aviso ya por la noche y de última hora a la prensa, para evitar que, de conocerse la noticia con anticipación, la gente se aglomerara para atestiguar cuando la virgen fuera colocada nuevamente en su pedestal como ocurrió hace más de 30 años.

César Peña, un joven profesionista que forma parte de un grupo de matachines de la Danza María Reina de los Apóstoles de la Comunidad de las Religiosas Pías Discípulas del Divino Maestro de Monterrey, tenía la ilusión de que los invitaran a venerar a la virgen con su danza en el regreso al sitio que le corresponde; pero debido a las restricciones por la pandemia, hasta la Basílica de Guadalupe de la colonia Independencia, permanecerá cerrada del diez al trece de diciembre, por disposición de Salud de Nuevo León.

Termina el viaje; la Virgen de Nuevo León regresa a su sitio, tras 10 años perdida en el río
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César, cuyo abuelo paterno también fue danzante, aprovechó sus conocimientos de arte que adquirió en la carrera de Arquitectura para diseñar una imagen de la Virgen de Guadalupe que, a fin de costear los trajes que utilizan en su danza y apoyar a las religiosas Pías Discípulas del Divino Maestro, mandó fabricar réplicas en acrílico, que venden a 450 pesos.

La diferencia es que, a esta virgen de 35 centímetros de altura, no le puso rostro porque así, dijo, quien la observe la relaciona con la imagen que guarda en su corazón.

Además, a su virgen le dibujó una florecita de cuatro pétalos en el vientre que representa a Jesucristo, que no incluye la imagen que de nuevo estará en la orilla norte del Santa Catarina, por avenida Constitución, a la altura la calle Baudelaire.

Mientras tanto, la réplica que, de similares dimensiones a partir del doce de diciembre de 2010, sustituyó a la pieza original arrastrada por el huracán Alex el 25 de junio de ese año, también fue llevada a la empresa Aceros del Toro, para darle mantenimiento, y se espera que antes del doce de diciembre sea colocada en definitiva en la iglesia Reina de México de Fomerrey I, al noroeste de la ciudad.

La empresa Aceros del Toro ofreció no cobrar por sus servicios, mientras el municipio de Monterrey invirtió 3.2 millones de pesos para la construcción de un sendero, a fin de que los devotos puedan visitar a la Guadalupana que fue testigo de la segunda visita del Papa Juan Pablo II a esta urbe metropolitana.