Tequila.— Un trabajador del ayuntamiento de Tequila fuma mientras ataja a una pareja de turistas que buscan sortear las cintas amarillas que impiden el paso a un costado de la Presidencia Municipal.
“Para allá no pueden pasar”, les dice soltando humo por la boca.
“¿Por qué?, ¿qué pasó?”, pregunta una mujer.
El hombre que fuma se explaya en un relato cierto pero impreciso. “Hubo una explosión muy grande, estalló un tanque de la tequilera y cayó en la calle con todo y los que estaban trabajando porque estaban amarrados con arneses. Hubo muchos muertos y heridos, y todavía hay riesgo de explosión por eso no pueden pasar”.
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Atónita, la mujer lo interrumpe: “¿Entonces por qué está fumando? ¡Apague su cigarro!”, le dice al trabajador, quien se ríe pero hace caso. “Es que nosotros estamos asegurados”, responde mientras pisa lo que le queda del cigarro.
En el Día Nacional del Tequila, esta escena se repetía en varios lugares en torno al corazón de este pueblo mágico. Turistas que no podían seguir su recorrido porque las autoridades aún trabajaban dentro y fuera de las instalaciones de la destilería La Rojeña, la más antigua de América Latina y propiedad de la empresa Casa Cuervo, donde la tarde del martes estalló un tanque con capacidad de 219 mil litros, provocando un fuerte incendio, la muerte de seis personas y heridas graves a por lo menos dos más.
Los daños materiales aún no se cuantifican e incluyen la pérdida de cientos de miles de litros de tequila y alcohol que fue necesario verter a las calles y a un arroyo cercano para alejarlo del fuego.
Aunque es mitad de semana, los turistas buscan conocer de cerca el proceso de producción del mezcal más célebre del mundo, pero hoy todas las fábricas han parado y el alcalde Alfonso Magallanes dice que esperará los dictámenes de las autoridades correspondientes para evaluar si las empresas pueden volver a recibir visitas este fin de semana.
Agustín y Elsa viajaron desde Sinaloa a Guadalajara y antes de volver decidieron visitar Tequila. Junto al kiosco de la plaza principal, acordonada y rodeada de bares, restaurantes y locales comerciales que otrora deberían estar abiertos y con clientes, se encuentran con un guía de turistas que les dice que ninguna fábrica abrió, que si quieren conocer una, tal vez lo mejor sea conducir hasta Amatitán, un pueblo localizado a unos 13 kilómetros yendo rumbo a Guadalajara.
Cuando Elsa pregunta qué pasó, el guía relata su versión de los hechos: “¿Y no es peligroso que las fábricas estén en el centro del pueblo?”, inquiere ella, a lo que el guía alza los hombros y dice: “Tal vez, vea lo que pasó, pero ellas traen el dinero al pueblo”.
Sobre la identidad de los muertos y los heridos se ha informado poco: tras la explosión pronto se supo que dos personas murieron porque sus cuerpos quedaron en la vía pública junto al tanque que estalló.
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La noche del martes, la empresa Casa Cuervo emitió un comunicado reconociendo que el incidente causó el fallecimiento de cinco personas y dejó “algunos” lesionados, pero según el gobierno del estado los heridos son sólo dos y fueron trasladados al Centro Médico de Occidente, en Guadalajara.
La mañana del miércoles, mientras los bomberos trataban de controlar de nuevo el fuego avivado por un cúmulo de cartón almacenado en una bodega de la destilería y el estallido de un tambo de 200 litros con alcohol, se encontró el cuerpo de otra persona dentro de una fosa de retención utilizada en el proceso de destilación.
Según el alcalde, la mayoría de los muertos no son de Tequila y trabajaban para una empresa subcontratada por la tequilera. Hasta ahora sólo un nombre se ha hecho público, el de Héctor Adrián Peña, un joven que cubría su turno en la fábrica cuando ocurrió la explosión y cuya familia no lograba localizarlo en medio del caos y la evacuación de personas en el centro del pueblo.
En Guadalajara, la Cámara de la Industria Tequilera canceló todas las actividades planeadas para conmemorar el Día Nacional del Tequila, y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, descartó que exista mayor riesgo para la gente en Tequila.
Ayer algunas de las calles cerradas a la circulación en el centro de Tequila fueron reabiertas y los comerciantes esperan que la normalidad llegue antes del fin de semana.