La Paz.— “No tenemos ni un especialista, no tenemos laboratorios, no tenemos rayos X, no tenemos respiradores, no tenemos insumos. Nos mandan a la guerra sin armas”, denunció el doctor José Antonio Espinoza Tirado en el norteño municipio de Mulegé, Baja California Sur, al referirse a las carencias en aquella zona, ubicada a siete horas de La Paz en coche.
Junto a él, un centenar de personal médico lleva cuatro días trabajando bajo protesta en el Hospital General Adán G. Velarde, de la Secretaría de Salud (Ssa), en Santa Rosalía, luego de que el domingo pasado se dio a conocer el primer caso de un paciente confirmado de Covid-19 en el municipio.
Entrevistado por EL UNIVERSAL, Espinosa Tirado, también líder sindical, afirmó que ellos denunciaron la falta de insumos y equipo para el hospital desde hace un año, y al conocerse la noticia del coronavirus en el mundo insistieron en que los dotaran de personal y material, pero no han sido escuchados.
Dijo que semanas atrás les llevaron cubrebocas y caretas, pero no son N95 —recomendados por la Organización Mundial de la Salud para el personal médico— y el hospital no cuenta con equipo para atender las complicaciones de un paciente con coronavirus, pues no disponen de soporte ventilatorio ni de recursos humanos suficientes. En todo el municipio, donde viven 60 mil habitantes, hay sólo tres ventiladores.
El doctor Espinosa explicó que el único médico internista que tenían en el hospital fue retirado de sus labores por tener más de 60 años. Reconoció que la situación en la que se encuentra el hospital es preocupante, porque su operación es prioritaria para la atención de la localidad de Santa Rosalía, que es la cabecera municipal donde viven unas 15 mil personas.
“Lo que nos mandaron [de equipo] no es suficiente. Estamos en un lugar apartado, La Paz nos queda a siete horas. Si hay un paciente grave, imagínese si no contamos aquí con lo necesario. Para que un paciente se recupere le tenemos que dar antivirales, hoy no tenemos más que cuatro cajas. Así de grave [es la situación]”, expuso.
El líder sindical señaló que seguirán con “paros silenciosos” por cinco minutos diarios, en distintas áreas del hospital, al considerar que el sistema de Salud del municipio de Mulegé “va a colapsar”, y criticó el hecho de que, aunque las autoridades locales saben que sólo hay tres respiradores, no han atendido sus demandas.
Un estado en foco rojo
Según la Secretaría de Salud federal, Baja California Sur tenía hasta el martes 14 de abril 165 casos positivos de coronavirus, 198 sospechosos y cinco defunciones. También tiene la mayor tasa de incidencia, con 20.38 casos por cada 100 mil habitantes.
El pasado domingo 12 de abril se registró la primera muerte por Covid-19 en la entidad. Se trató de un médico anestesiólogo en Los Cabos. A raíz de ese hecho se agudizaron los reclamos de falta de equipo en prácticamente todo el estado.
El médico bariatra Jorge Larrinaga publicó en sus redes que, en el caso de su colega en Los Cabos, sus factores de riesgo son los mismos de todo el personal médico por trabajar sin protección “para un sistema de salud indolente”.
Ante la crisis que se avecina, como ha advertido personal de la Ssa, de clínicas del IMSS y del ISSSTE, muchos de ellos desde el anonimato por temor a represalias, el Congreso del estado citó a comparecer al gobernador, Carlos Mendoza Davis, para que informe sobre la situación de insumos y equipo. El mandatario envió un reporte con acciones y programas, pero sobre insumos sólo mencionó la adquisición de 26 ventiladores por parte de la administración estatal, de los que han llegado dos.