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Nexpa, Mich.
Barra de Nexpa es un destino de playa ubicado en la costa de Michoacán, pero no sólo cuenta con sol, arena y mar, pues los servicios a menudo maravillan a los visitantes nacionales y extranjeros.
Alba Elia Mellín, al frente del complejo turístico, sabe que no hay nada más importante que el descanso de una persona. Por eso, presume que en este lugar, ubicado sobre la carretera 200 Lázaro Cárdenas-Manzanillo, a 409 kilómetros de la capital michoacana, se puede disfrutar del único temazcal de la zona costera.
Los rezos y rituales silencian el entorno. Todo será una limpieza física y espiritual. Los visitantes, juntos, en un círculo, son limpiados con incienso y hierbas para empezar a recibir las bendiciones de los elementos vitales: fuego, tierra, agua y aire.
Se toman de las manos y dirigidos por la maestra Salud ingresan poco a poco en el interior del temazcal, donde empiezan a tener contacto con los dioses.
Entre cantos, los asistentes se enfrentan a sus mayores miedos y retos hasta sentirse purificados y libres de esos desafíos del alma.
Se extiende el paraíso
A un costado, en Nexpa Surf, está Manuel Mellín, hermano de Alba, quien promueve ese deporte extremo en las gigantes olas del mar del Pacífico.
Massimo es un turista italiano que, aunque vive en Francia, pasa gran parte de su tiempo en Nexpa, por lo atractivo de sus playas y elementos naturales.
“Vengo a Nexpa porque es un paraíso. Todavía hay la oportunidad de hacer Kite Surf y soy el primero desde hace dos años en practicarlo aquí”, cuenta.
Para Massimo la buena comida, el trato de los anfitriones, el clima y la naturaleza, hicieron que Nexpa fuera su destino de excelencia y se dice afortunado de estar ahí.
“Yo viajo mucho por todo el mundo, pero al final Nexpa es el sitio que tiene más de cada cosa. Puedo pescar, hago surf, buceo y descanso porque hay de todo”.
También está el río de Nexpa en el que se practica en familia el Cayac y la pesca. Todo está en ese paraíso michoacano, localizado a menos de 40 minutos del puerto de Lázaro Cárdenas.
