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Mérida
.- Una generación de jóvenes que se titularon de la Preparatoria 1 de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) fueron defraudados por los organizadores del evento de graduación, pues aunque pagaron 380 pesos por platillo, recibieron un pésimo servicio, por lo que la mayoría se retiró de la fiesta en medio de protestas.
Para varios de los jóvenes y sus familiares, la que debió ser una noche importante se convirtió en una pesadilla cuando no hubo nada de lo que acordaron y pagaron a Héctor “N” , a quien acusaron de fraude.
En redes sociales, varios alumnos y padres de familia denunciaron que fue el jueves pasado cuando, en la graduación de ese centro escolar, no hubo nada de lo prometido, pues el servicio de banquetes fue malo, no había mesas ni comida suficiente para las cerca de 5 mil personas que acudieron al evento.
Por su parte, la empresa encargada de la comida y mobiliario señaló que Héctor “N” contrató un servicio para 3 mil, no para las 5 mil personas que se dieron cita en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI , ubicado al norte de Mérida .
Fue en las mismas redes sociales donde las denuncias apuntaron hacia el desorden que hubo en la logística, pues esperaron hasta dos horas para entrar el salón y darse cuenta que tenían que “ganar lugar" , pues no habían sitios asignados ante la cantidad de asistentes que llegaron.
Incluso se señaló que no hubo ni siquiera misa, pues un padre de familia habló a la iglesia contratada y se enteró que no había tal. Ante esto, algunos padres se movilizaron para que se diera la celebración eucarística, aunque a deshoras, sin decoración y con un diácono en lugar de un padre.
En las fotos compartidas en redes dejaron ver que la comida tampoco era acorde a la celebración, además de que algunos invitados tuvieron que fabricar sus vasos al cortar botellas desechables de refrescos, ya que no habían platos ni vasos.
Se puntualizó que cada persona pagó 390 pesos por su banquete , por lo que el organizador recibió alrededor de 2 millones de pesos para hacer la fiesta.
“No había manteles ni servilletas, cuando nos sirvieron nuestra comida era una miseria: un pan de torta pasado por harina, un pedacito de carne súper duro y frío, encima de una cuchara de puré con dos rebanadas de verduras y crema encima.
"Tuvimos qué compartir un par de cubiertos entre cinco personas, porque sus platos y cubiertos no eran suficientes y esperaban a que se desocuparan para lavarlos y poder seguir sirviendo"
, comentaron los molestos estudiantes y sus familias.
También se acusó que no hubo postre ni brindis y que el grupo musical paró de tocar en varias ocasiones debido a que les desconectaban el sonido, se mencionó en una de las cuentas de redes, propiedad de uno de los padres de los jóvenes graduados.
Otro usuario señaló que “hubieron papás que pagaron alimentos para 15 personas o 10 personas, y no pudieron quedarse porque no hubo lugar para ellos”.
Alumnos que fueron de los primeros en pagar se quedaron sin fiesta porque ya estaban cansados de perseguir a la señora de los banquetes y a Héctor "N" , de la sociedad de alumnos, quienes no pudieron darles solución alguna.
etp
