Acapulco.— Durante tres días, Martha Sánchez estuvo afuera del Servicio Médico Forense (Semefo) de Acapulco rogando a policías ministeriales, agentes del Ministerio Público y funcionarios que le entregaran el cuerpo de su hija.
Arely Testa Sánchez falleció cuando el huracán Otis se llevó la casa de los padres de su novio. De las seis personas que estaban ese día, sólo el padre sobrevivió.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la señora Martha Sánchez denunció el maltrato de funcionarios con ella y con otros familiares de quienes fallecieron por el huracán.
Recordó que la mañana del día 25 encontraron el cuerpo de su hija, ella lo identificó en el luegar y la trasladaron al Semefo.
“Sin embargo, desde el jueves por la noche en que llegó el cuerpo al Semefo, hasta el sábado, como a las 20:30 horas, tuvieron el cuerpo sin refrigerar. Ya olía mal el lugar por tantos cadáveres porque no había luz, y aun así se negaban a entregarlos, ponían pretextos a todos los familiares”, reclamó la señora Sánchez.
Indicó que le prometieron apoyos para el funeral, y al final le exigían tener la fosa del panteón, la funeraria, el ataúd y pruebas de genética.
“Yo les suplicaba que me entregaran el cuerpo de mi hija... así, por tres días, hasta que una funcionaria del Semefo les ordenó y de mala gana realizaron los trámites para entregarla y darme el acta de defunción”, recordó.
Cuenta que después de sepultar a su hija se fue a Manzanillo, con una hermana que vive allá, y regresó porque rescatistas encontraron el anillo de quinceañera de Arely.