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Uruapan.— El ambiente es hostil, lleno de terror y sicosis en esta ciudad, luego de que la noche del miércoles un grupo armado irrumpió en una funeraria —donde era velado un joven de 25 años— y disparó contra los asistentes. El saldo, hasta el momento, es de ocho personas muertas y dos lesionados, informó la Procuraduría de Michoacán.

De los ocho cuerpos, siete ya fueron reclamados por sus familiares. Cuatro de ellos serán velados en domicilios particulares y cuatro más en otra agencia funeraria bajo fuertes dispositivos de seguridad.

Los hechos ocurrieron minutos antes de las ocho de la noche cuando un grupo armado disparó contra los asistentes a un velorio, en la funeraria San José, sobre la avenida Juárez, caso esquina con Francisco Villa, del Barrio de La Magdalena.

Uno de los sobrevivientes, quien pidió el anonimato, contó que se escucharon estruendos de los rifles de alto poder que detonaron varios sujetos: “Fueron momentos de terror. Nomás se escucharon los tronidos y empezamos a ver el corredero de la gente, el aventadero de sillas, y ya vimos a las personas armadas que estaban disparando; corrimos a tratar de salvar nuestra vida, a escondernos entre las carrozas o donde nos sintiéramos más seguros”.

La escena del crimen se vació de quienes presenciaron el ataque, y fue poblada por personal ministerial, quienes iniciaron las actuaciones periciales correspondientes. El cuerpo del joven velado, hijo de un empresario abarrotero de Uruapan, se quedó solo dentro de la sala.

Todavía por la mañana y parte de la tarde de este jueves, el féretro con el cuerpo de Alan “N” se encontraba solo en el interior de la funeraria, ya que sus familiares tienen miedo de regresar y ser atacados nuevamente.

Alan había sido encontrado muerto a tiros por la mañana afuera del parque conocido como La Pinera, ubicada a 112 kilómetros de la capital michoacana.

Israel Patrón, subprocurador de la Agencia de Inteligencia Criminal, informó que hay una línea de investigación que involucra a dos células delictivas que operan en Uruapan.

El funcionario señaló que según las investigaciones, Alan “N”, “participaba en una de esas células delictivas que operan en la zona”. “Confirmar que los actos violentos que se generaron el día de ayer [miércoles] obedece a la disputa entre dos células delictivas que operan en esa zona”, afirmó Patrón Reyes.

Adelantó que personal de investigación y policial se encuentra desplegado en el lugar del crimen “y seguramente en las próximas horas habrá resultados contundentes”.

Consultadas al respecto, personas cercanas a la familia de Alan precisaron que el martes pasado, el joven se trasladó con un grupo de amigos al municipio aledaño de San Juan Nuevo, donde iban a probar un automóvil. Comuneros de esa localidad los detuvieron mientras jugaban arrancones y los entregaron a un grupo armado al servicio del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Describieron que, al revisar su celular, los sicarios encontraron entre los contactos de Alan a un integrante del cártel rival, Los Viagras, que opera en Uruapan, por lo que se lo llevaron hasta el lugar conocido como La Virgencita, de San Juan Nuevo.

Lo anterior, explicaron, les fue informado por los amigos de Saucedo, quienes relataron que en ese lugar presumiblemente lo asesinaron para después abandonar su cuerpo.

Al respecto, los cercanos a la familia de Alan aseguraron que el joven no pertenecía a ninguna célula criminal y que desconocían sobre la identidad del supuesto integrante de Los Viagras que tenía como contacto en su equipo celular.

Refirieron que atribuyen el ataque a la funeraria a la disputa de dicho grupo y el Cártel Jalisco Nueva Generación, al confundir a Alan con un integrante del grupo liderado por los hermanos Sierra Santana.

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