Cajeme.- Las Guerreras Buscadoras de Sonora cerraron la jornada de rastreo en el ejido Francisco I. Madero de Cajeme , con la localización de 30 cuerpos sepultados en 20 fosas clandestinas . Hasta el momento se tiene confirmado que tres son mujeres.
El trabajo de campo inicio después de las 10:00 horas del sábado 13 de abril, luego de que se quedaron varadas en la carretera internacional cuando se trasladaban de los municipios de Guaymas-Empalme y se quedaron sin gasolina.
Después de ser auxiliadas por ciudadanos, llegaron a un campo del valle del yaqui, donde encontraron 27 personas sepultadas. Este domingo 14 de abril, al reiniciar la búsqueda localizaron tres cuerpos más.
María Teresa Valadez Kinijara, líder del colectivo, comentó que el 31 de marzo, en esa misma zona del ejido, conocido también como Campo 30, encontraron ocho cuerpos enterrados de los cuales tres eran mujeres y cinco hombres.
Comentó del trabajo en coordinación que tienen con la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) y el Ejercito Mexicano, quienes las apoyan en las labores de rescate, ya que el grupo solo se dedica a la búsqueda y localización; las autoridades hacen el demás trabajo.
Sobre el inédito hallazgo de 30 tesoros como le llaman las buscadoras a los cuerpos encontrados, dijo, nunca imaginó que habría tantas personas sepultadas en el lugar. “Es difícil asimilarlo”, expresó.
Llegaron a ese lugar donde en 15 días han encontrado 38 cuerpos porque un medio de comunicación publicó que se encontró un cráneo humano, “entonces nosotras dijimos, vamos por ese cuerpo, pero lo que encontramos no lo pudimos imaginar”.
Sin duda hay más cuerpos, no sabemos cuando vamos a volver porque nos movemos con nuestros propios medios y esta vez nos quedamos sin gasolina pero nos ayudó mucho la gente de Cajeme con comida, agua, repelentes, y artículos de limpieza.
“Pero tampoco podemos descuidar nuestras propias búsquedas, ando buscando a mi hermano y mis compañeras a sus familiares”, expuso.
Fernando Valadez Kinijara, de 30 años de edad, un pescador de Empalme fue “levantado” el 11 de agosto del 2015, alrededor de las 15:00 horas, en la avenida Serdán, la más transitada de Guaymas. A la fecha nada sabe de él.
Su madre Rosa María Kinijara le dio un vale para que lo cambiara en Banco ConCrédito y comprara los útiles escolares de sus hijas, ya que tenía tiempo sin trabajar en el mar porque se había lesionado un ojo tras realizar trabajos de herrería, por esa razón ya había sido sometido a tres operaciones, tenía programada una cuarta cirugía.
No alcanzó a cambiar el vale, lo “levantaron” y todo quedó grabado en las cámaras de la institución bancaria. Ahí vio como se lo llevaron y pudo reconocer a un hombre que lo sometió y lo subió a la fuerza a un vehículo.
Junto a su madre quien puso la denuncia ante el Ministerio Público Sector I, de Guaymas, día tras día iba con el representante social, sin resultados en la investigación. Acudió a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) y pasó lo mismo.
Desde entonces, su madre la señora Rosa María y su hermana Zury Sarahí, iniciaron un silencioso rastreo por las zonas de Guaymas y Empalme, tratando de encontrarlo en cerros, en el monte y en el mar, hasta formar un colectivo con el apoyo de Mirna Nereyda Medina Quiñonez, líder de las rastreadoras de El Fuerte, Sinaloa.
“Ahora, somos muchas mujeres unidas con el mismo dolor, nosotras no queremos venganza, queremos a nuestros tesoros, vivos o muertos”, enfatizó al comentar que este grupo creado en enero del 2018, por mujeres de los municipios de Empalme y Guaymas, buscan a más de 800 personas que han desparecido sin dejar rastro del año 2015 a la fecha.
afcl