Guanajuato.— Cárteles de la droga enfrentan una lucha sangrienta por el control de los territorios que dominaba José Antonio Yépez El Marro, líder del Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL).
La guerra por la plaza, aunada a la crisis en las finanzas de organizaciones criminales, propicia que sigan las matanzas y se extiendan las extorsiones en municipios del Corredor Industrial, advierten especialistas en Seguridad Pública.
El área de inteligencia de la Fiscalía General del Estado (FGE) ha identificado la operación de siete grupos en la entidad: Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), CSRL, Cárteles Unidos, La Nueva Familia Michoacana, Cártel del Golfo, Cártel de Sinaloa y Unión León.
Yépez Ortiz, vinculado con el robo y trasiego de hidrocarburos, y con delitos como secuestros, tráfico de drogas, extorsiones y homicidios, y principal adversario del Cártel Jalisco Nueva Genaración, fue detenido el 2 de agosto pasado en una casa de la comunidad de Franco Tavera, en el municipio de Juventino Rosas, Guanajuato.
En los primeros 40 días tras su detención hubo 448 homicidios dolosos en la entidad, un promedio de 11 por día, de acuerdo con un conteo de EL UNIVERSAL. Entre enero y julio de este año, 20 personas fueron asesinadas a diario, en promedio.
El reporte de víctimas de delitos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestra que, de enero a julio de 2020, se denunciaron 4 mil 242 homicidios y 11 casos de extorsión.
Prevén que extorsiones continúen
La especialista consideró que eventos violentos y las extorsiones van a seguir por un tiempo, porque los grupos lo tienen como fuente de ingresos para mantener los enfrentamientos.
“Ahora las extorsiones seguirán en la ruta de Celaya, Salamanca, Irapuato y Silao, que son los territorios que controlaba el CSRL; alcanzarán a San Miguel de Allende y le van a pegar a León, en donde seguirán las muertes y desapariciones por la lucha entre cárteles y grupos”.
A 13 meses del cierre masivo de tortillerías en Celaya por las amenazas de extorsionadores, el fenómeno se repitió en los mercados municipales Tomasa Esteves y Barahona, de Salamanca, donde más de 500 locatarios suspendieron actividades el 7 de septiembre pasado.
Un vendedor de alimentos del Tomasa Esteves señaló que dos bandas criminales amenazan y exigen cuotas en cantidades que es imposible reunir. Los días 3 y 4 de septiembre mataron a dos carniceros en sus locales y a un vendedor de verduras en el exterior de la plaza.
“Los compañeros no denuncian por el miedo que le tienen a los delincuentes y por la desconfianza a las autoridades, que no investigan, reaccionan hasta que hay vidas perdidas.
“Ahora el mercado está rodeado de policías”, dijo el comerciante, quien pidió el anonimato por seguridad.
Las investigadora Vega Zayas consideró que, tal vez, a finales de 2021 se empiece a ver una reducción de las cifras en muertes violentas, extorsiones y desapariciones de personas, cuando algún grupo de la delincuencia organizada o la autoridad logren el control del territorio.
En este momento, la población está indefensa hasta que no se logre un dominio por parte de un grupo o del Estado, aunque el panorama es difícil para las autoridades, aseveró.
Reforzar la seguridad
Ahora, el gobierno del estado se encuentra en una situación crítica en seguridad pública, por eso se pidió un reforzamiento por parte de la Guardia Nacional, pero ésta no conoce el territorio y los grupos de la delincuencia organizada sí lo hacen bien, señaló la experta.
Vega Zayas enfatizó en la importancia de que el estado invierta en inteligencia, tenga estrategias competentes y les dé continuidad, porque no ha logrado obtener información eficiente por falta de seguimiento entre sexenios.
El cártel que busca recomponerse
La investigadora advirtió que la violencia va a prevalecer en Guanajuato, puesto que, a pesar de que el CSRL se quedó sin jefe, sigue teniendo células de las que surgen nuevos líderes y empieza a haber una nueva lucha, como pasó en los países donde ese tipo de organizaciones criminales han sido descabezadas, tal como Colombia, Honduras, El Salvador y Brasil.
“El hecho de que hayan descabezado a este grupo denominado Cártel Santa Rosa de Lima, que hayan agarrado a El Marro, no significa que esta situación vaya a desaparecer. No es una cuestión de magia, porque los grupos controlan territorios y entonces el asunto es la pelea por las pequeñas plazas”, acotó la investigadora de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UG.
Dijo que el CSRL está buscando recomponerse y “no sabemos si lo logren”. Están enfrentando de manera más reducida al Cártel Jalisco Nueva Generación.
“Ahorita es un momento de peleas entre los diferentes grupos pequeños (...) para lograr el dominio de los territorios o para imponer sus condiciones, al menos al Cártel Jalisco Nueva Generación”, expuso.
Con base en las investigaciones documentadas, detalló que hay espacios en el sur del estado que buscan controlar Los Caballeros Templarios.
Hacia el norte, por ejemplo, en León hay un grupo que se llama La Unión León, que si bien no tiene mucho peso, va a empezar a buscar negociaciones y, en esa medida, habrá peleas.
Explicó que el número de bajas tiene que ver con cuántas personas están dispuestas a perder los grupos en este afán de imponer condiciones al otro.
La investigadora indicó que en el gobierno de Guanajuato no existe control de los grupos
“Se le salió de las manos, no tiene la capacidad de poder predecir lo que va a suceder con ellos. Entonces, el control tiene que ser a través de los propios grupos”, dijo.
Remarcó que el reducir los niveles de violencia tiene que ver con que empiece a lograrse un control territorial del Estado o de los grupos de la delincuencia organizada: “En el caso de Guanajuato, yo percibo, a partir de las cifras y escenarios, que es más probable que el Cártel Jalisco Nueva Generación domine”.