Ante la fase de contagios acelerados de Covid-19 que vive Juchitán, en el Istmo de Tehuantepec, que ha dejado 71 fallecidos del 26 de junio al 10 de julio, la mayoría sin prueba confirmatoria pero con sintomatología del virus y complicaciones respiratorias, el diputado federal por Oaxaca, Carol Antonio Altamirano, solicitó la intervención del Gobierno Federal.
A través de una carta, el legislador solicitó al secretario de Salud, Jorge Alcocer, que se implemente de manera urgente un Plan Especial para atender “la grave situación” que enfrenta la región del Istmo de Oaxaca, y particularmente el municipio de Juchitán.
“Hoy los habitantes del Istmo de Tehuantepec, estamos sufriendo un aumento exponencial de contagios y defunciones por el Covid-19 . La crisis sanitaria puede salirse de control porque las capacidades de los municipios y los servicios de salud locales están siendo rebasados”, señala la misiva.
Desde finales de junio, esta ciudad zapoteca vive un incremento en los contagios del virus, lo que ha motivado el cierre de dos mercados públicos, uno con una afluencia de más de 5 mil personas al día, así como un brote de Covid-19 en el Hospital General “Macedonio Benítez”, que lo lantiene en cuarentena y que de acuerdo con pruebas rápidas suma 162 trabajadores de la salud contagiados, los que se suman a 20 casos previamente confirmados, lo que da un total de 182, en uno de los peores brotes en una unidad médica del país.
Ante ello, en el mensaje, dirigido también a Donato Casas Escamilla, secretario de salud estatal, y a Susana Harp, nombrada enlace con el gobierno federal, el diputado señala a Alcocer que como él sabe “en Oaxaca la cobertura promedio de los servicios de salud es menor a los indicadores nacionales y que, además, las condiciones de pobreza, hacinamiento, carencias educativas y la imposibilidad de que amplios sectores de la población suspendan sus actividades económicas”.
Todo ello, explica, multiplica los riesgos para la población, que observa como los rezagos agravan el impacto de la pandemia. El legislador morenista asegura que lo anterior está empezando a presentarse de manera preocupante en esta ciudad zapoteca, pero se teme que se extienda a otros municipios del Istmo.
“En términos de salud pública, esto podría convertirse en una tragedia que podría ir más allá, porque de concretarse, generaría un ambiente de zozobra, incertidumbre e intranquilidad en la población”, advierte.
Las peticiones concretas de Antonio Altamirano son una “urgente intervención para reforzar el personal médico y técnico que de manera heroica ha realizado esfuerzos extraordinarios”, así como mejorar la infraestructura y el equipamiento especializado en la región.
“Sólo para ilustrar la gravedad, me permito destacar que el día de ayer se detectaron 162 casos de Covid-19 entre el personal que labora en el hospital de Juchitán. Además, en el periodo del 26 de junio al 10 de julio de este año, fallecieron 71 personas (no diagnosticadas), muchos de ellas con sospecha de estar infectados por este virus”.
EL UNIVERSAL Oaxaca ha documentado desde finales de junio que en esta ciudad zapoteca los habitantes evitan acudir a los hospitales por miedo a no volver a ver a sus familiares, y en caso de fallecer no poder despedirlos con sus rituales tradicionales; además dio a conocer que el ayuntamiento había preparado 40 sepulcros en los panteones, mismos que ua fueron ocupados y hubo que hacer 17 más.
“Esto ha sido reportado por diversos medios de comunicación, sin que se perciba una mejoría. Si me permito insistir en esta petición, señor Secretario, es porque la emergencia que enfrentamos demanda que se actúe de manera inmediata, con responsabilidad y unidad”, finaliza el diputado.
Este domingo, Donato Casas Escamilla se encuentra en Juchitán, reunido con personal del hospital de esta ciudad.
afcl