Culiacán.— Los padres de los 25 recién nacidos que fallecieron en 2015 en el Hospital Regional Número 1 del Seguro Social (IMSS), debido a un brote de infección nosocomial, consideran que su lucha porque la institución reconozca los errores y omisiones abrió una luz de esperanza.

Lo anterior, luego de que el pasado 24 de noviembre la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al director general del IMSS, Tuffic Miguel Ortega, para que repare de manera integral el daño ocasionado a los progenitores de los bebés muertos, conforme a la Ley General de Víctimas, inscribirles en el Registro Nacional de Víctimas, así como brindarles atención sicológica y tanatológica.

Además, capacitar al personal de pediatría en materia de derechos humanos, en concreto, prevención y manejo de infecciones nosocomiales. La comisión señaló que remitirá una copia de la recomendación a la PGR, en la que se integra la averiguación.

Médicos tratantes del Hospital General Regional en Culiacán omitieron informar de “brotes nosocomiales”, lo que culminó en la muerte de 14 recién nacidos, la afectación de una egresada por mejoría, así como de 11 más extemporáneas al brote.

María Teresa Guerra Ochoa, asesora legal de las familias afectadas, dijo que aún se espera que la autoridad judicial federal emita una resolución de las denuncias interpuestas.

Por su parte, Francisco Cortez Mora, quien se convirtió en el líder de los 11 matrimonios que autorizaron en febrero de 2016 la exhumación de los bebés, dijo que su lucha porque el IMSS reconozca los errores y omisiones parece que abrió las posibilidad de hacer justicia.

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