El , con 126 metros de diámetro y 20 de profundidad, llegó para quedarse, pero tenderá a estabilizarse con el tiempo, aseguró el profesor-investigador de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), Rosemberg Reyes Ramírez.

“Me da la impresión que el nivel del agua ya llegó al límite, entonces ya no va podría cambiar la situación si sube el nivel del agua y con sus movimientos deslavar las paredes de abajo y desprenderse la parte de arriba, pero yo espero no sea así”, expuso el investigador universitario.

El especialista en geotecnia en el área de geosintéticos, grado otorgado por la Universidad Joseph Fourier en Grenoble, Francia, explicó que hay varios factores que pueden ayudar a que se estabilice o, por el contrario, que mantenga ese movimiento de agua.

Uno de ellos son las lluvias de los próximos días y otra el uso de agua de pozos artesanales que son muy frecuentes entre los pobladores de esa zona.

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El maestro en Vías Terrestres, egresado de la Universidad Autónoma de Chihuahua, precisó que según datos de la Conagua no es una zona de sobreexplotación de mantos acuíferos, por lo que es posible que ya no crezca demasiado.

Si bien consideró necesario esperar los resultados de los estudios que hacen las autoridades, manifestó que el socavón es una falla geológica que pudo haberse provocado por los escurrimientos de aguas subterráneas provenientes del volcán, que se combinó con un suelo poco compacto.

“Al ser suelos de ceniza volcánicos, el agua circula sin dificultad, el fondo se fue ahuecando y el peso del relleno fue mayor a la resistencia del suelo y se desfondó. Así en términos muy sencillos, eso sucedió”, comentó.

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El también doctor en Ingeniería consideró que difícilmente el socavón pueda rellenarse, pero si llegará a estabilizarse con el tiempo.

“Veo complicado rellenarlo, porque ya creció mucho y con estas lluvias quien sabe que pase. Es un material (suelo) suelto, a escala geológica va a tender a equilibrarse y a escala geológica los más de 110 metros de longitud, no representan mucho”, precisó.

Sin embargo vio viable poder hacer trabajos para rebajar las laderas y que el socavón deje de ser tan peligroso para aquellos que puedan acercarse.

Aunque descartó cualquier posibilidad que pueda convertirse en una atracción turística, pues como toda falla geológica representa un riesgo.

Y llamó a la población a no alarmarse ni creer que hay fracturas en otras regiones de la zona, pues el socavón se originó por erosión del subsuelo.

“Este es un fenómeno natural y la población no tiene que preocuparse, pues es muy poco probable que puedan ocurrir más fallas geológicas, pues se tienen que conjugar muchos factores”, precisó.

om/rdmd

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