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Jojutla.— De la “casa grande”, en el poblado de El Jicarero, nada quedó después del terremoto del 19 de septiembre de 2017. El único vestigio de valor es una plancha de cemento que soporta una casa de campaña donde habitan tres personas. Todo está protegido por una techumbre que por su estructura de hierro resistió el sacudimiento de la tierra.
En la memoria de los vecinos danzan imágenes de una construcción sólida, pero ahora la desgracia asoma por la casa de campaña, cuya lona mantiene el sello de la fundación Cadena y la zozobra de doña Imelda Reyes Morales, dueña del terreno.
Su caso ilustra la atención del gobierno federal para la reconstrucción de casas dañadas por el sismo. En su terreno superior a 500 metros cuadrados había tres casas, la suya y las de sus hijas, pero cuando el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) levantó el censo sólo acreditó a una de sus hijas y negó apoyos para las otras dos casas con pérdida total.
“Vivo en mi casa de campaña de lona y después de tres años finalmente la Conavi atendió mi caso, pero el gobierno debe enviar supervisores para revisar la actuación de los responsables del programa porque todavía se ven muchas irregularidades”, dice doña Imelda.
Una situación similar padece Martha Contreras en la colonia Emiliano Zapata. Desde hace tres años vive en una casa de campaña en la calle. Vivía en un terreno de sus padres, pero tuvieron problemas con la herencia, sobre todo de límites en el predio, y su padre tuvo que ceder una parte para que avanzaran los trámites, pero no quedó espacio para ella.
“Algunas instituciones dicen que el sitio donde vivo con mi esposo y mi hijo es un foco de infección, pero no es por gusto que estemos pasando por esta situación”, lamenta.
“Sentimos indiferencia por parte de las instituciones. Creemos en el señor [Andrés Manuel] López Obrador, pero vemos que la gente que está a cargo no tiene empatía con los damnificados”, dice.
En la colonia Emiliano Zapata, a un costado del centro de Jojutla, las calles aún lucen las cicatrices del terremoto con torcidas líneas que abrazan los muros.