Acapulco.-

La noche fue larga. Larga: duró más de 150 réplicas. Desde las 8:47 de la noche, cuando un sismo de 7.1 lo sacudió, quedó en vilo.

Las réplicas fueron incesantes, interminables, nadie pudo dormir, nadie pudo descansar. La tierra no dejó de crujir, de sacudirse.

La noche del martes y la madrugada del miércoles fueron, tal vez, de las más complicadas en los últimos años para los acapulqueños.

Muy pocos volvieron a entrar a sus casas, menos a sus camas. Muchos habilitaron sus patios como dormitorios comunitarios, las banquetas en salas de espera, incluso durmieron en sus autos. En esas horas de la noche cualquier lugar fue bueno con tal de no entrar a sus casas.

Unos de plano no quisieron ni estar cerca de sus casas y decidieron irse a albergues que se habilitaron para protegerse. En hospitales ocurrió algo parecido: pacientes tampoco volvieron a sus camas, durmieron en los patios, en las explanadas.

Muchos turistas tampoco durmieron en sus habitaciones, prefirieron las banquetas, las terrazas.

Fue algo paradójico: las casas, esas construcciones que se levantaron para protegerse, en ese momento

Casi todos se olvidaron de la violenci a que en la última década les robó las banquetas, las calles a los acapulqueños: esta noche y madrugada el miedo, la zozobra hizo que las recuperarán, que se las apropiaran como su refugio más seguro.

Todos querían estar listos para la próxima sacudida , dos réplicas de más de 5 grados, advertían que nadie podía descuidarse. En una de las réplica, de 5.2 grados, murió un hombre en el municipio de Coyuca de Benítez, apenas a unos kilómetros de Acapulco. Cuando iba en su motocicleta el movimiento hizo que perdiera el control y cayó.

Nadie se descuidó: en cada crujido, en cada sacudida todos se activaban. Los que estaban en los patios tratando de descansar se paraban para salir a la calle; los que ya estaban en la calle se abrazaban, se acurrucaban en las

La noche así transcurrió en vela, en zozobra, con constantes réplicas y con cientos de rumores: que el mar se metía, en las próximas horas ahora al puerto lo azotará un tsunami. No hubo tsunami.

Hasta ahora esto es lo que han reportado las autoridades: daños materiales sobre todo: derrumbes, deslaves, caída de árboles, postes de luz, fugas de gas. Cristales rotos en comercios y daños en algunas fachadas de hoteles.

También, la Secretaría de Protección Civil de Guerrero reportó daños en otros ocho municipios: Chilpancingo, Chilapa, San Marcos, Tecoanapa, Eduardo Neri, Juan R. Escudero, Ayutla y Coyuca de Benítez, según el reporte de la Secretaría de Protección Civil de Guerrero.

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