Tepic.— Costó 3.8 millones de pesos, fue el principal protagonista de los festejos patrios del 15 de septiembre de 2010 en el Zócalo de la Ciudad de México, y hoy no hay certeza sobre su paradero.
Se sabe que El Coloso del Bicentenario, una escultura de 20 metros de altura y 14 toneladas fue donado por el gobierno federal al estado de Nayarit y que hasta julio de 2014 estuvo bajo resguardo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero después de eso no existe ningún documento público que señale dónde se encuentra actualmente.
La noche del 15 de septiembre de 2010 El Coloso se erigió en un performance que duró escasos ocho minutos para representar la “imagen del pueblo en armas”; según las notas periodísticas de entonces, atestiguó los bailables y fuegos artificiales dispuestos para la celebración.
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Después fue desmontado en cinco partes (cabeza, torso, brazo izquierdo, brazo derecho y ambas piernas) para ser almacenado en la Bodega de Bienes de Reaprovechamiento de la Secretaría de Educación Pública en la Ciudad de México.
Un documento público disponible en la Plataforma Nacional de Transparencia indica que a petición del entonces gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, (preso por diversos delitos desde junio de 2021 en el Centro Federal de Readaptación Social Número 4, en Tepic) la escultura monumental fue donada al gobierno de Nayarit.
“La escultura denominada El Coloso fue entregada al gobierno del estado de Nayarit el 17 de junio de 2014, mediante acta de entrega recepción, la cual que se llevó a cabo en instalaciones de la SEP”, señaló la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios de la Secretaría de Educación Pública.
Además, la dependencia negó que se hubiera erogado algún recurso para el traslado y almacenamiento de la escultura.
Sin embargo, el contrato de donación de la pieza se firmó casi un año después, el 26 de mayo de 2015: en el documento firmado por el propio mandatario estatal y dos funcionarios de la SEP se indica que a partir de esa fecha el gobierno de Nayarit asumió la “calidad de propietario” de la escultura, cuyo valor de inventario fue determinado en un peso, y que esta sólo podría utilizarse para convertirla en un “ícono turístico del estado”.
El contrato de donación también comprometía al estado a no vender la escultura durante el año posterior, cláusula que ya prescribió.
En 2016, la entonces directora de Planeación de la Secretaría de Turismo de Nayarit, Juana Evangelina Duarte, declaró que desde 2014 la escultura fue trasladada por indicaciones del gobernador Roberto Sandoval a Guadalajara, para resguardarla en las instalaciones de la empresa Almer (propiedad de la familia de Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Empresarial de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum); la funcionaria estatal también aseguró que hasta entonces Almer se había encargado de los gastos de traslado y almacenamiento de El Coloso.
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En septiembre de 2017, EL UNIVERSAL intentó confirmar que la escultura se encontraba en las instalaciones de la empresa Almer; sin embargo, personal del lugar indicó que sólo se permitiría el acceso con una autorización por escrito del gobierno de Nayarit, aunque la recién llegada administración de Antonio Echavarría García nunca respondió a la solicitud.
No obstante, funcionarios estatales señalaban que existía el rumor de que la escultura sería colocada en el municipio de Bahía de Banderas para promocionar este destino.
En respuesta a una solicitud de transparencia de octubre de 2017, la Secretaría de Turismo de Nayarit señaló que no se encontró ningún expediente ni archivo que indique que esa dependencia haya sido la encargada de recibir la donación de la escultura y encargarse de ella.
“Cabe mencionar que en anteriores administraciones existió de manera verbal la posibilidad de un proyecto de ubicación en un sitio turístico de la escultura de El Coloso con ciertas adecuaciones a nuestras raíces y cultura, en coordinación con los empresarios turísticos, mismas declaraciones que fueron expresadas por los titulares en turno; sin embargo, dicho proyecto nunca se concretó”, señala el documento.
EL UNIVERSAL solicitó una entrevista con el actual secretario de Turismo de Nayarit, Juan Enrique Suárez, para conocer si la administración encabezada por el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero tiene certeza de la localización de la escultura y si se cuenta con planes para ella, pero el funcionario no respondió a la petición.
También se solicitó de nuevo una entrevista a la empresa Almer para conocer si efectivamente El Coloso está en sus instalaciones, cuánto costó su traslado y a cuánto ascienden los gastos de almacenamiento, pero se informó que nadie está autorizado a emitir una declaración pública sobre ese tema.
En tanto, el escultor encargado de realizar la escultura, Juan Carlos Canfield, señaló a este diario que ningún gobierno se ha comunicado con él para preguntarle si la escultura, realizada con poliuretano de alta densidad, es adecuada o debe recibir algún tratamiento para ser expuesta a la intemperie.
Recordó que en su momento la polémica que se desató por la supuesta identidad de El Coloso y su real significado fue algo triste y frustrante, pero 14 años después aquello quedó atrás y más bien recuerda a la escultura como algo que le dio proyección nacional e internacional a su trabajo y lo ha mantenido vigente.
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