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Tijuana.— El jueves pasado, Maricela salió de casa, dejó a su hija con su tía y de ahí siguió la ruta por la que ha conducido durante casi 15 años rumbo a su trabajo en la fábrica de juguetes. Encendió las luces, terminó su capacitación y después de una tensa calma que no lograba explicarse, sus compañeros le dieron la noticia: la empresa se declaró en bancarrota, el dueño vendió y se fue, “vamos a huelga”.
Esa fue la nueva que recibieron alrededor de 450 empleados de la compañía Imperial Toy cuando faltaban prácticamente menos de dos semanas para Navidad. Sin el pago de su quincena ni su aguinaldo, trabajadores contratados hace menos de un mes y otros con una antigüedad de casi 30 años perdieron su trabajo de un día para otro.
Se trata de una empresa estadounidense que mantenía plantas en la Unión Americana, México —Tijuana— y Hong Kong, pero que desde abril empezó con problemas de liquidez al dejar de pagar a proveedores hasta que en octubre se declaró en bancarrota y decidió ofertarse al mejor postor, aunque la idea era que el comprador adquiriera todas las fábricas.
Pero no fue así, cuenta Maricela, jefa del departamento de Recursos Humanos con casi 15 años trabajando en Imperial Toy; aunque les dijeron que no habría problema, porque el nuevo dueño se haría cargo de la nómina, fue hasta la semana pasada cuando se enteraron de que quien compró la empresa sólo adquirió la planta en Estados Unidos.
“Faltaban dos horas para retirarnos”, recuerda Maricela mientras piensa cómo recibió la noticia: “Me habló mi jefe, me dijo: ‘Peter [el dueño de la empresa] no nos vendió y no nos va a pagar, nos vamos a huelga’… lo miré con la cara desencajada, el resto de los compañeros tenían caras serias, ahí supe que lo decía en serio, no lo podía creer y yo apenas lo asimilé”.
Los empleados se organizaron y desde el jueves emplazaron a huelga, hicieron un listado de trabajadores: 441, según el número de personas que informaron son las afectadas, aunque unas 50 renunciaron ese mismo día. Para el viernes, el secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Sergio Moctezuma, se pronunció:
“Bienvenida la inversión nacional y extranjera, pero también tiene que haber un respeto irrestricto a los derechos de todos: trabajadores, empleadores y organizaciones sindicales. Lo que nos ocupa es estar vigilantes de que se respeten a plenitud los derechos que están en la ley y que los trabajadores tengan certeza jurídica y económica de que serán cubiertas sus prestaciones en caso de que la empresa cierre operaciones”.
Los empleados, de acuerdo con su pliego petitorio entregado en la Junta de Conciliación y Arbitraje, esperarán hasta mañana para recibir una respuesta por parte de la empresa en cuanto a la cobertura de los salarios de su segunda quincena, su liquidación y aguinaldo, con la advertencia de estallar en huelga a partir del 30 de diciembre.
Desde el 19 de diciembre pasado, entre seis y ocho de los 400 trabajadores afectados realizan guardias de tres turnos durante las 24 horas; aun con temperaturas que bajan hasta los 4 grados permanecen en la explanada de la fábrica a la que acudieron durante más de 10 años, para evitar que el exdueño se lleve la maquinaria que ahí dejaron.
Mientras que en la página oficial de la compañía Imperial Toy la información que se comparte aún reporta la operación de sus plantas, entre ellas la de Tijuana, la realidad es que esa empresa pasó a manos de Ja-ru Toy, otra firma estadounidense.