Mientras el fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez, informó que los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes fueron asesinados por un grupo delictivo del Estado de México, después de un conflicto que se dio en un baile al que asistieron integrantes del crimen organizado, el obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, negó esa versión y dijo que los prelados fueron asesinados porque rebasaron a una camioneta.
Ayer, en conferencia, Olea Peláez explicó que los sacerdotes llegaron alrededor de las 11:00 de la noche al baile que amenizó el grupo musical Bronco en el poblado de Juliantla. “Ahí se encontraban muchas personas pertenecientes a diversos grupos delictivos de Guerrero, Morelos y Estado de México, quienes estaban armados”, afirmó el fiscal.
En el baile, relató, los sacerdotes bebieron, bailaron y después se presentó una riña de un grupo con sus acompañantes y al salir del lugar se dio el ataque donde murieron.
El funcionario aseguró que la ejecución se desencadenó porque los integrantes de un grupo delictivo ubicaron al presbítero Germaín Muñiz como parte de la delincuencia organizada por las fotografías que publicó en redes sociales, en las que aparece posando con un arma larga y con otros hombres armados, en la comunidad de Mezcala.
Por su parte, el obispo Salvador Rangel aseveró que la información que tiene es que el asesinato de los dos sacerdotes se debió a un incidente vial, pues una de las mujeres que iba con ellos le dijo que Muñiz rebasó un auto, lo que pudo provocar molestia y la agresión armada.
Rangel Mendoza explicó que los sacerdotes acudieron al baile buscando una oportunidad para poder tocar su música, pues uno de ellos, Iván Añorve, cantaba y componía.
Al obispo se le cuestionó sobre las fotografías en las que aparece Germaín Muñiz con armas y de él mismo con otras personas en la Sierra de Guerrero, a lo que respondió que la de Muñiz es muy vieja y la suya es porque por ser figura pública se toma imágenes con muchas personas, y acusó guerra sucia por su difusión.
Los dos sacerdotes fueron sepultados ayer. En el municipio de Martín de Cuilapan (Apango) fue enterrado Germaín Muñiz García, mientras que en Tecpan, en Costa Grande, fue sepultado Iván Añorve Jaimes.
Sexenio violento. El actual sexenio ha sido el más trágico para los sacerdotes al sumar 21 asesinatos contra ministros de culto, afirmó Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial, quien exigió a las autoridades ser más eficaces para garantizar la seguridad no sólo de los sacerdotes, sino de toda la población, y el esclarecimiento de los crímenes.
Resaltó que hasta antes de este sexenio, el gobierno de Felipe Calderón era el que acumulaba más sacerdotes asesinados con 17 casos al término de su mandato; esa cifra se ha rebasado durante los últimos cinco años.
El documento titulado Tragedia y Crisol del Sacerdocio en México, publicado por el Centro Católico Multimedial en diciembre del año pasado, señala a Guerrero, la Ciudad de México, Veracruz y Michoacán como las entidades más peligrosas para ejercer el ministerio sacerdotal.