Cuernavaca, Mor.- Desde 1995 ofrece servicios de sexoservidora en el quiosco de Cuernavaca, pero desde hace un mes no consigue trabajo por la contingencia del coronavirus . Por la declaratoria de la emergencia sanitaria se quedaron sin clientes y por eso Karla y sus compañeras piden a las autoridades apoyo en especie porque la mayoría de las 60 trabajadoras que caminan por el centro son madres solteras.
Su preocupación es que con la mayoría de los negocios cerrados y con el retiro de los boleros no habrá dinero en los próximos días, ya que la mayoría de sus clientes eran hombres que llegaban a lustrarse los zapatos. Además, tiene la responsabilidad de pagar la renta, el agua y la luz en su casa de Zacatepec al sur de la entidad.
En medio de la demanda de ayuda, Karla cuenta que los problemas con sus padres y la falta de apoyo familiar la orillaron a elegir la prostitución como fuente de trabajo. Actualmente es madre soltera y mantiene sus deseos de emprender su negocio como estilista.
“Yo quiero seguir estudiando. Apenas terminé la primaria y secundaria en el INEA, quise seguir pero tengo un niño de secundaria y otro que estaba por entrar a la prepa y pues dije: ´o estudia mi niño o yo´ y decidí que estudie él”, narró Karla sentada frente al quiosco.
Su sueño es estudiar estilismo por eso le echó ganas para terminar sus estudios de nivel básico y para demostrar a sus hijos que si se puede y querer es poder.
Karla intenta ocultarse con el gorro de su chamarra negra con franjas color morado porque, dice, no pidió esta vida pero la tiene que vivir porque no hay de otra. De sus tres hermanas es la única que se dedica a la prostitución con el temor de contraer alguna enfermedad pero considera es más fuerte el miedo por el coronavirus.
“Como le digo a mi mamá, tuve miedo desde el día que supe que llegó la pandemia y no quería salir y después dije ´no puedo estar encerrada porque mis hijos tienen que comer´ y decidí salir aunque hay días que no ganamos ni lo del pasaje, entre nosotras nos prestamos de un peso para poder llegar a la casa”.
Hasta hace tres meses sus ingresos diarios eran de mil pesos porque el servicio más económico cuesta 150 pesos por media hora, y trabaja de lunes a domingo más de 10 horas para que sus hijos terminen sus estudios y tengan comida en casa.
Las manifestaciones de las sexoservidoras comenzaron la semana pasada pero este día volvieron a las puertas del palacio de gobierno para advertir que se mantendrán en las calles porque no cuentan con apoyos por parte del gobierno.
Cuatro mujeres mayores de 35 años demandaron apoyo con despensas para la manutención de sus hijos. Una de ellas dijo que tiene la responsabilidad de sus tres hijos, por lo que existe mayor miedo a dejarlos sin comer que a ser contagiada por el Covid-19.
“Nos cierran las puertas, pedimos ayuda con despensas o dinero para no regresar al zócalo pero las autoridades dicen que esperemos, que no podemos salir, pero nosotras no podemos esperar más”, expresaron.
Desde la semana pasada personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil realizó perifoneo en el centro de la ciudad para solicitar a las personas resguardarse en su domicilio, en caso de no tener necesidad de salir a las calles.
Morelos registró la décima defunción por coronavirus, mientras que la cifra de casos confirmados aumentó a 63 casos y el número de sospechosos a 108.
El director general de Coordinación y Supervisión de la Secretaría de Salud, Daniel Alberto Madrid González, informó que de los casos confirmados el 32 por ciento se encuentra en hospitalización, el 24 por ciento en recuperación, 28 por ciento en aislamiento y el 16 por ciento a fallecimientos.
La nueva defunción corresponde a una mujer de 79 años que estuvo internada en un hospital privado de Cuernavaca y su estado de salud se complicó porque presentó antecedentes de diabetes, hipertensión e insuficiencia renal crónica.
En la conferencia de prensa para dar a conocer el reporte epidemiológico también se informó que la empresa Pullman de Morelos ofrecerá servicio gratis al personal médico, pero todavía no definen el número de unidades y los horarios a fin de no afectar al transporte público.
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