La comunidad mormona asentada en el norte de México desde hace más de un siglo despidió ayer a Christina Langford, una de las nueve víctimas mortales que dejó un ataque cometido por presuntos criminales contra mujeres y niños.
Langford fue la última víctima en ser sepultada, luego de que entre jueves y viernes se realizaran los funerales —en dos ceremonias por separado— de dos mujeres y seis niños en las comunidades mormonas de La Huerta, en el estado de Sonora y donde ocurrió la agresión, y en LeBarón, en Chihuahua.
Langford, de 29 años y quien en un acto heroico consiguió salvar a su hija, fue sepultada en LeBarón, en el municipio de Galeana, el mayor de los asentamientos mormones en México, dedicados principalmente a las labores agrícolas.
Sobre un sencillo féretro de madera, hecho por los mismos mormones, fueron colocadas imágenes de Christina en la que aparece con sus hijos y su esposo que le sobreviven.
El féretro era coronado por un arreglo en el que se leía “mommy” [mami] en flores blancas.
El ataque se registró el pasado lunes, cuando las tres mujeres, cada una conduciendo una camioneta con sus hijos a bordo, fueron atacadas por hombres armados.
Uno de los vehículos fue incendiado hasta quedar prácticamente carbonizado con Rhonita Miller y cuatro de sus hijos dentro. Ellos fueron sepultados el viernes en la comunidad de LeBarón.
En otra camioneta viajaba Dawna Langford, quien murió junto con dos de sus hijos. El funeral se realizó en La Huerta el pasado jueves.
Christina iba con su hija de meses de nacida, a quien logró poner a salvo dentro del vehículo.
Las camionetas de Dawna y Chistina quedaron con manchas de sangre, vidrios rotos y decenas de agujeros provocados por las armas. Ocho menores sobrevivieron al ataque.
Las mujeres recorrían un camino rural que conecta a La Huerta con la frontera con Estados Unidos y el estado de Chihuahua.
Según las autoridades, las víctimas habrían sido confundidas con un grupo rival del cártel La Línea, pero los familiares insisten en que se trató de un ataque deliberado.
Adrián LeBarón, padre de Rhonita y uno de los líderes de la comunidad, aseguró el viernes a la prensa que, según los testimonios de los niños mayores que sobrevivieron, los atacantes acribillaron “sin piedad” a una de las mujeres cuando bajó de la camioneta pidiendo clemencia.
Los LeBarón han lanzado también fuertes críticas al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por la creciente inseguridad.
Los mormones llegaron hace más de un siglo a México tras ser perseguidos en Estados Unidos.