A Bacalar, en la región sur de Quintana Roo, llegaron a vivir hace 15 años un número importante de menonitas asentados en Belice y fundaron la comunidad de Salamanca, pero en los últimos tres años han estado arribando otros grupos provenientes de Chihuahua a los cuales denominan “los rebeldes”, porque no son tan conservadores en su estilo de vida.
Johan Doerksen, comisariado ejidal de Salamanca, deslindó a su comunidad de esta nueva demanda de Profepa y afirmó que si bien han tenido “problemas” con las autoridades ambientales en el pasado y han sido multados, la experiencia les ha servido para no continuar violentando la ley.
“Nos deslindamos de los nuevos asentamientos de menonitas, nosotros, en su mayoría provenimos de Belice y vivimos de manera conservadora, respetando las tradiciones que nos han enseñado nuestros abuelos y padres, en cambio las nuevas comunidades integradas por gente proveniente de Chihuahua básicamente, tienen otro estilo de vida más moderno que no compartimos”, explicó.
En la comunidad de Salamanca no existen festividades o ferias, está prohibido usar celular, no hay televisión, radio e internet y aseguran no necesitarlos en su vida diaria. Las únicas celebraciones que realizan son la Navidad, fecha en que se entregan regalos y en Semana Santa tienen días festivos que les marca su religión y festejan con comidas.