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Chilpancingo.- Entre los padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, hay “fricciones” por la solicitud de investigar la participación del Ejército la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, informó el abogado, Vidulfo Rosales Sierra.
El abogado de los padres y madres de los 43 denunció que desde hace unos días el gobierno federal comenzó a intimidarlos. Contó que el martes, dos patrullas de la Guardia Nacional hicieron el alto a los autobuses donde viajaban en la caseta de cobro de La Venta de la autopista del Sol, en Acapulco, y después los siguieron hasta la zona urbana.
Rosales Sierra explicó que las “fricciones” entre los papás y mamás de los 43 y el presidente se debe al tema de la participación de los militares en la desaparición de sus hijos.
Indicó que cada vez que se plantea la posibilidad de que se investigue a profundidad al Ejército hay molestía en el gobierno federal.
“Se deben al tema de investigar al Ejército […] en las mesas ha habido fricciones desde el presidente hasta otros niveles por el tema del Ejército mexicano, cuando se pone en la mesa, no gusta, causa inconformidad entonces eso ha generado fricciones”, dijo el abogado.
Rosales Sierra afirmó que el Ejército accedió a que los expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) revisaran sus archivos sobre la desaparición de los normalistas en la Novena Región Militar, en la 35 Zona Militar y en los Batallones 27 y 47.
En esa revisión, dijo, hallaron una intercepción una llamada telefónica entre un presunto integrante de la organización criminal Guerrero Unidos y policías de Iguala.
Sin embargo, después de eso el Ejército no volvió a permitir que se siguieran revisando sus archivos y después el gobierno federal filtró la llamada.
“El Ejército, aún cuando el presidente dio todas las facilidades, ha puesto obstáculos, malos tratos de los mandos militares”, dijo.
Rosales Sierra dijo que esa llamada pudo ser el inicio de una nueva línea de investigación.
“Cuando el gobierno decidió hacer pública esa conversación y los padres de familia y nosotros considerábamos que esa conversación era susceptible de jalar hilos para jalar y profundizar en una línea de investigación que no era susceptible de publicarlo, y ahí se dio otra fricción fuerte con el gobierno federal”.
Eso, dijo, provocó las fricciones iniciales entre los padres y madres y el presidente.
“El presidente decía que eso es una muestra de la voluntad política de mi gobierno”, recuerda.
Rosales Sierra lamentó estas “fricciones” porque los últimos meses han sido “muertos” donde la investigación no ha avanzado. Indicó que desde septiembre los padres y madres no se reúnen con López Obrador y hasta el momento no hay fecha para un nuevo encuentro.
El abogado afirmó que por el momento no están pensando en un rompimiento con el gobierno federal pero, aseguró, si les preocupa las restricciones y el hostigamiento que están sufriendo los padres y madres por parte de los soldados de la Guardia Nacional.