Cancún.- Por su importancia evolutiva, al ser las estructuras más antiguas de la vida en la Tierra y al encontrarse bajo amenaza ante la contaminación del agua, las actividades agrícolas y el turismo masivo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) estudia decretar como “hábitat crítico” a los estromatolitos , formaciones acuáticas presentes en sistemas lagunares de Coahuila, Quintana Roo y Puebla .
De ocurrir, sería el primer “hábitat crítico” en decretarse en México, pues si bien la categoría existe en la Ley General de Vida Silvestre (LGVS) , no se conoce ninguno como tal en el país.
Al anunciar que el 15 de julio será conmemorado como el Día Nacional de los Estromatolitos , el titular de la Semarnat, Víctor Toledo Manzur, explicó que la presencia de las cianobacterias que conforman estas estructuras de “roca viva” con antigüedad de 3 mil 500 millones de años, representan “una joya que debemos proteger”.
Para ello, informó que se busca un mecanismo jurídico apropiado, como el decretarlos como un “hábitat crítico” dentro de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS)
“Hay que agilizar los mecanismos”, dijo, al señalar que el titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Roberto Aviña, da seguimiento al tema.
Toledo Manzur, quien participó ayer en el Día de los Estromatolitos, celebrado en Bacalar desde el 2014, explicó que, debido a su antigüedad, las cianobacterias -organismos capaces de realizar fotosíntesis oxigénica- son las “decanas de la biodiversidad en México” y coincidió con los científicos y académicos que le antecedieron en la “indudable” importancia de evolutiva de los estromatolitos y en la necesidad de conservarlos y protegerlos.
Presente en el acto de clausura del evento, el gobernador del estado, Carlos Joaquín González, secundó la necesidad de conservar estos fósiles, a través de esquemas que incorporen a la sociedad civil.
“Estoy consciente de que se ha depredado mucho, que hay un constante accionar de contaminación que debemos evitar.
“La vocación turística, muchas veces, genera daños a los recursos naturales, por lo cual toca conservarlas y protegerlas para su aprovechamiento racional”, dijo.
Consultado por EL UNIVERSAL , el artículo 63 de la LGVS -que versa sobre la conservación del hábitat natural de la vida silvestre como de utilidad pública- establece que la Semarnat, previa opinión de un Consejo, podrá decretar la existencia de “hábitats críticos” para la conservación de la Vida Silvestre, en cuatro situaciones.
Una, en áreas específicas dentro de la superficie en la cual se distribuya una especie o población en riesgo al momento de ser listada, en las cuales se desarrollen procesos biológicos esenciales para su conservación.
Otro, en áreas especificas que, debido a los procesos de deterioro han disminuido drásticamente su superficie, pero aún albergan una significativa concentración de biodiversidad.
Uno más, en áreas específicas en las que existe un ecosistema en riesgo de desaparecer, si siguen actuando los factores que lo han llevado a reducir su superficie histórica.
Y en áreas específicas en las que se desarrollen procesos biológicos esenciales, y existan especies sensibles a riesgos específicos, como cierto tipo de contaminación, ya sea física, química o acústica, o riesgo de colisiones con vehículos terrestres o acuáticos, que puedan llevar a afectar las poblaciones.
La Secretaría debe acordar con los propietarios o legítimos poseedores de predios en los que existan hábitats críticos, las medidas especiales de manejo y conservación del Hábitat Crítico.
“En todo momento el Ejecutivo Federal podrá imponer limitaciones de los derechos de dominio en los predios que abarquen dicho hábitat, de conformidad con los artículos 1, fracción X y 2, de la Ley de Expropiación, con el objeto de dar cumplimiento a las medidas necesarias para su manejo y conservación”, se indica en el artículo 64 de la misma ley.
Durante el evento virtual de conmemoración, Arturo Bayona Miramontes, director de Estudios Medioambientales del Proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), expuso que los estromatolitos se presentan como la evidencia más antigua que se conoce en la Tierra y como prueba de los ciclos biogeoquímicos ancestrales, al ser “los primeros oxigenadores de la atmósfera terrestre”.
Recordó que en México se les encuentra en Cuatro Ciénegas, Coahuila; la Laguna Miramar, en Chiapas; en el Lago de Alchichica, Puebla y en Quintana Roo, en la Laguna de los Siete Colores de Bacalar, en la Laguna de Señor, en Felipe Carrillo Puerto; en la Laguna de Sunyaxchén y en la Laguna Chichankanab, en José María Morelos.
Sin embargo, la directora del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas del estado, (Ibanqroo), Elvira Carvajal, habló de un quinto sitio en donde han encontrado estromatolitos y son los microatolones de Cozumel.
La cantidad de sitios con estas formaciones en la entidad, han llevado al proyecto GAM a solicitar que Quintana Roo sea nombrado “Santuario Mundial de los Estromatolitos”, organismos que solo se localizan en lagunas de agua dulce, cristalinas, con afluentes subterráneos, sin materia orgánica en suspensión, con pocos nutrientes, alto contenido de carbonatos, bajos en nitratos, fosfatos y otros elementos químicos, según lo detallado por Bayona.
“No existe otro lugar en el mundo con un sitio, con un área tan pequeña, en donde se encuentren tantos estromatolitos”, sostuvo el biólogo.
El investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), unidad Chetumal, Héctor Hernández Arana, habló sobre la conexión de los ecosistemas para la salud del hábitat acuático de los estromatolitos y trazó la ruta de cómo los flujos de agua externa están modificando la coloración de la Laguna Bacalar.
En el mismo sentido, la bióloga, Patricia Santos González, explicó cómo los manglares sirven para filtrar los contaminantes del agua y garantizar que su ambiente sea saludable.
Detalló que en las raíces de los manglares habitan una gran cantidad de bacterias que hacen posible que se lleve a cabo la depuración del agua, lo que permite la existencia de los estromatolitos, al eliminar el exceso de contaminantes y toxinas, condición necesaria para la existencia de estas formaciones rocosas.
“Las bacterias del manglar no eliminan los contaminantes, los degradan, rompen y descomponen”, aclaró.
La investigadora Luisa Falcón Álvarez, por el Laboratorio de Ecología Bacteriana del Instituto de Ecología en la UNAM, campus Yucatán (LEBAC), alertó acerca de la afectación a la salud de los estromatolitos, debido al aumento de nutrientes en la Laguna Bacalar, debido al incremento poblacional, las malas prácticas agrícolas y el turismo masivo, lo cual pone en peligro el hábitat de estos organismos.
Con ella coincidió Alfredo Yañez Montalvo, investigador del Ecosur-Chetumal, quien narró que el primer reporte sobre la existencia de estas “rocas con vida”, data de 1987, destacó que la Laguna Bacalar es el cuerpo de agua dulce con la mayor cantidad de estromatolitos en todo el mundo y confirmó que ya se han encontrado en él, concentraciones contaminantes de fosfatos y nitratos que van en aumento, principalmente en los extremos nortes y sur.
“Se han detectado nutrientes asociados a lixiviados de basureros a cielo abierto, a la agricultura y al uso intensivo de fertilizantes; a la falta de infraestructura para el tratamiento de agua residual y al aumento del turismo”, dijo, al asegurar que los estromatolitos fungen como una suerte de “centinelas de la calidad del agua” en la Laguna de Bacalar.
La investigadora Teresa Álvarez Legorreta, de la misma institución, manifestó que la deforestación, las actividades agropecuarias, los asentamientos humanos, los basureros a cielo abierto, las aguas residuales, lixiviados al acuífero, las actividades turísticas y embarcaciones, no sólo están afectando a los Estromatolitos, sino también están provocando la pérdida de los colores de la Laguna de Bacalar.
Como ejemplo, comentó que en un día circulan en ese cuerpo de agua, 120 lanchas, con mil 200 bañistas por día, lo que ejerce una enorme presión sobre el lugar, cuya calidad del agua decayó a partir del 2017 y 2018.
Romel Cano Alvares, director de Ecología de Bacalar, confirmó que en detrimento de los estromatolitos también se ha detectado que turistas colocan camastros sobre estas formaciones, se suben en ellas para tomarse fotos o anclan ahí sus embarcaciones. Algunos más -agregó- usan la laguna de sanitario.
afcl