Oaxaca de Juárez.— La Asamblea General de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) determinó irse a paro indefinido, tras considerar insuficientes las respuestas a sus demandas por parte de los gobiernos federal y estatal.
El acuerdo del magisterio oaxaqueño establece que el paro de labores iniciará el próximo 1 de septiembre de 2023, para coincidir con la reanudación del periodo ordinario de sesiones en la Cámara de Diputados federal, con el fin de presionar a los legisladores para que deroguen las reformas educativas del año 2015.
Entre las demandas está la abrogación de la actual reforma educativa “Peña-AMLO” y sus leyes secundarias, en particular la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros, “por no responder a las necesidades administrativas laborales, educativas de la base trabajadora y de la educación en México”.
También exigen la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 para regresar al régimen anterior para la jubilación digna de los trabajadores de la educación: mujeres a los 28 años y hombres a los 30 años de servicio, sin importar la edad del trabajador.
Además de la cancelación de la Unidad de Medida Actualizada (UMA), la vigencia de la Dirección General de Educación lndígena Intercultural Bilingüe dentro de la estructura de la Secretaría de Educación Pública y la cancelación inmediata a la iniciativa de la ley propuesta por el Ejecutivo federal, “que lacera los derechos laborales, administrativos y políticos de nivel de educación de los pueblos originarios de Oaxaca”.
Una cuarta demanda es el aumento salarial de 100% para los trabajadores de la Sección 22, “como parte de la revaloración a la labor docente por una vida digna” y se reservaron el derecho de “boicotear las festividades de la Guelaguetza 2023”.