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Con dos mil 825 pasajeros y mil 367 tripulantes arribó a este puerto de Yucatán la embarcación Carnival Breeze de la naviera Carnival Cruise, después de 16 meses que se suspendió esta actividad crucerista, por la pandemia de la Covid-19.
La primera crucerista en bajar de la embarcación fue Amy Minsky de 48 años de edad, proveniente de Ohio, Estados Unidos, quien junto con su hijo y esposo realizaron un viaje familiar al Puerto de Progreso, atraídos por la cultura yucateca.
El capitán del crucero Rocco Lubrano expuso que, a pesar de más de año y medio de retos por la pandemia, la alianza entr e Carnival y Yucatán continúa fuerte y muestra de ello es que la naviera se encuentra de vuelta en territorio yucateco.
Además, agradeció al gobierno estatal y a las autoridades de Puerto de Progreso, por la cálida hospitalidad que recibieron, por parte de los yucatecos, para los cruceristas como para los tripulantes.
Durante la pandemia, el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal , dialogó con Arnold Donald, CEO de Carnival, a quien pidió considerar a Progreso entre los principales puertos de sus itinerarios, cuando empezara a reiniciarse esta actividad.
Como respuesta al planteamiento, arribó la embarcación procedente de Galveston, Texas, Estados Unidos; de inmediato se puso en práctica todas las medidas de bioseguridad y los protocolos sanitarios para proteger la salud de la tripulación, pasajeros y los yucatecos.
La nave no llegó al 100% de capacidad, pues solo transportaba dos mil 825 de los cuatro mil 400 pasajeros que tiene como capacidad máxima; ello para cumplir con los protocolos sanitarios.
Asimismo, todos los pasajeros deben contar con la vacuna contra el coronavirus para abordar la embarcación; de igual manera, todos los tours se realizan respetando los protocolos sanitarios y las medidas de higiene para cuidar la salud de los visitantes y la población local.
En su mensaje, el mandatario estatal Vila Dosal afirmó que hoy es un día importante, ya que la reactivación de la actividad turística de cruceros es un alivio para muchos prestadores de servicios, no solamente de Progreso, sino de todo el estado de Yucatán porque representa la reactivación de un segmento de mucho empuje.
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