Mérida, Yucatán.- Investigadores del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY), afirmaron que a lo largo de las costas del Golfo de México, del Océano Pacifico y en la Península de Yucatán se han perdido más del 70 por ciento de las selvas y bosques tropicales.
Datos proporcionados por Juan Manuel Dupuy Rada, investigador de la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), señala que el crecimiento de las ciudades, la ampliación de las actividades de producción, los incendios forestales y, en menor medida, los eventos naturales como huracanes, amenazan las selvas en México y particularmente las de Yucatán .
Manifestó que la Península de Yucatán alberga una extensión importante de selvas, incluso es la segunda masa forestal más importante de América Latina, después de la selva amazónica.
“No obstante, estas áreas están amenazadas principalmente por el cambio de uso de suelo, es decir, talar las selvas para otras actividades productivas, como la agricultura, ganadería, o para desarrollar infraestructura”
, apuntó.
El mismo Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY), sostuvo que el cuidado de los bosques tropicales es fundamental porque ofrecen diversos servicios ambientales, entre ellos la producción y purificación del agua y además aseguran el equilibrio ecológico.
Subrayó, que en los bosques tropicales de Yucatán existen ecosistemas como los cenotes, petenes y las aguadas, los cuales constituyen los hábitats de muchas especies que en la región sólo crecen en estos ambientes y por ello, deben ser tomadas en cuenta en el diseño de planes de conservación.
Todo ello, en el marco del Día Internacional de la Preservación de los Bosques Tropicales . De igual forma, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) reveló que México tiene 31 millones de hectáreas de bosques tropicales y estos ecosistemas albergan la mayor riqueza de mamíferos, aves y anfibios.
En estos ecosistemas cubren casi el 15 por ciento de la superficie del planeta y contienen un cuatro por ciento del carbono de la biósfera terrestre.