Pachuca.— Raúl dice que ya no aguanta. La pandemia provocada por el Covid-19 destrozó todos sus sueños y lo tiene al borde de la desesperación.

Raúl Garrido y su esposa son chefs y tienen tres hijos; durante varios años aprovecharon los festejos patrios para vender las tradicionales chalupas, pozole, pambazos, sopes y flautas en las inmediaciones del Palacio de Gobierno. La venta, recuerda, era importante y les generaba buenos ingresos.

Con esfuerzos y sacrificios se hizo chef y entró a un restaurante. Hace un año dejó de trabajar y decidió emprender su propio negocio, pero entonces no sabía que vendría la pandemia y acabaría con todo.

“Este año ha sido muy difícil, desde que empezó la pandemia nos afectó y desde marzo bajó la venta por la desconfianza. Rentaba un local y lo tuve que cerrar. Hay días en los que me salgo a vender y nada más junto 40, 50 pesos; cuando me va bien son 200 pesos”, lamenta.

Pasó el Día del Niño, de las Madres, del Padre y ahora las fiestas patrias y todo fue cancelado.

“La verdad es que esto es desesperante, pues de esto vivimos mis tres hijos, mi esposa y yo, y este año no hay esperanza”, dice Raúl.

Cuenta que se ha tenido que deshacer de sus pertenencias. Algunas las ha puesto en venta y otras las ha tenido que empeñar.

“Cada día hay que hacer un esfuerzo, si no se vende alguna cosa tenemos que experimentar con otra”, cuenta. La apuesta de Raúl es su capacidad, su comida y que tiene que sostener a su familia.

“Ser creativos o nos lleva la ruina”

Claudia Borrego se ha dedicado por ocho años a la venta de comida, taquizas, antojitos y cenas navideñas, pero este año ha sido diferente.

Cuenta que al inicio de la pandemia la venta se incrementó porque la gente no salía a la calle y el cierre de restaurantes ayudó a quienes, como ella, venden desde su hogar, pero la situación cambió, la gente empezó a perder empleos y las ventas se desplomaron.

Dice que este septiembre es el mes en que más ha bajado la venta.

El año pasado, en estas fechas estaba saturada de pedidos para las fiestas patrias. Ahora, el pozole que antes vendía para 50 o 60 personas por pedido, lo vende por medios litros o un litro.

Su estrategia para sobrevivir en el negocio es adelantar los menús navideños. Mientras todos ofrecen antojitos, Claudia está en la venta de lasaña, incluido el envío.

Pérdidas millonarias en Yucatán

A diferencia de años pasados, este 2020 las fiestas patrias no dejarán la derrama económica esperada. Según la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos de Mérida, se estima una disminución de ventas por 9 mil 300 millones de pesos, 50% menos de los 18 mil 691 millones de pesos obtenidos en 2019.


Con información de Yazmín Rodríguez

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses