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“¿Se comprometen ustedes ante Dios y ante el mundo a amar, respetar y cuidar a su compañero el árbol?”, preguntó el casamentero. “Sí, acepto”, respondieron al unísono los contrayentes en una “boda” colectiva a las orillas de un arroyo.
La ceremonia, realizada en San Jacinto Amilpas, población conurbada a la capital del estado, fue presidida por el ambientalista peruano y miembro de la organización Corazones Verdes, Richard Torres, quien en 2016 se “casó” con el milenario ahuehuete de Santa María El Tule, y quien ha realizado esta unión en 17 países.
Explicó que esta boda masiva también fue un acto de protesta y símbolo de fuerza para pedir la paz; y en la que se sembraron 16 árboles. “Nos hemos reunido para realizar este gran acto de amor, consagración y compromiso permanente con los árboles”, dijo.
Para el activista, la crisis ecológica no sólo en México y en Perú, va hacia un camino irreversible y gran parte de esta culpa es de la clase política.
Sostuvo que el cuidado del medio ambiente debe ser un compromiso de todos, principalmente de los políticos, “porque son ellos los que fueron elegidos por el pueblo”.
Tras 12 años de activismo, la mitad de ellos de manera silenciosa y la segunda con cobertura mediática, Corazones Verdes ha llevado a cabo trabajos de reforestación en diferentes países del continente, para que los árboles crezcan sanos y que los niños y adultos “capten el mensaje de lo importante de cuidar la naturaleza, el agua, los árboles y no tirar basura”.