Un juez de control giró órdenes de aprehensión por su probable participación en los delitos de desaparición de particulares y secuestro agravado en contra de Joel “N” de 40 años de edad, expareja sentimental de Sarahí Guadalupe Silva Rodríguez, una joven de 21 años, cuyo cuerpo en estado de descomposición fue localizado en un domicilio del municipio de Apodaca el sábado anterior, aunque Sarahí estaba desaparecida desde el 5 de febrero.
Asimismo, se giró y notificó orden de aprehensión por el delito de desaparición a Sandra “N” de 38 años de edad, actual pareja de de Joel, quien también está siendo investigado por la Fiscalía Especializada en Feminicidios, con relación al asesinato de la joven, dio a conocer Pedro Arce, encargado de despacho de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León.
Señaló Arce que el martes el Ministerio Público solicitó ante un juez de control una audiencia a fin de solicitar las órdenes de aprehensión correspondientes contra Joel “N” y Sandra “N”, mismas que fueron otorgadas y debidamente notificadas a los mencionados.
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Joel y Sandra fueron detenidos el sábado en la noche por la policía de Apodaca, cuando intentaban escapar al ser localizado el cuerpo de Sarahí en avanzado estado de descomposición en el patio de un domicilio de la colonia Quinta Colonial, sector Los Soles.
Pedro Arce rechazó que la Fiscalía haya actuado tardíamente para investigar la desaparición de Sarahí, ante el hecho de que la madre de la joven afirma que fue ella fue quien localizó el cuerpo, pues expuso el fiscal la denuncia formal sobre su ausencia fue presentada hasta el cuatro de mayo y a partir de ese día iniciaron las investigaciones a través del protocolo de personas desaparecidas par iniciar la búsqueda.
Asimismo reconoció que Sarahí presentó una denuncia previa por violencia verbal contra Joel en 2021 y no señaló violencia física; pero la joven no acudió a las citas que se le programaron para elaborar un dictamen psicológico.
Agregó Arce que en la Fiscalía Especializada en Feminicidios se inició una carpeta de investigación con lo cual se pretende establecer si Sarahí vivía en un entorno de violencia permanente con lo cual se busca acreditar las razones de género que pudieran llevar al feminicidio.
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En la misma denuncia Sarahí denunció la sustracción de su menor hijo por parte de la madre de quien en ese entonces era su pareja.
Mencionó que todavía no se establece la causa de la muerte de Sarahi; pero ya está por concluir la autopsia en el Servicio Médico Forense y una prueba de patología, además de que van a realizarse pruebas odontológicas pues le faltaban varias piezas dentales. A más tardar este jueves se entregaría el cuerpo a su familia, dijo el fiscal.
Igualmente se sigue investigando el móvil o causa del asesinato, para lo cual se realizan entrevistas a vecinos y familiares a fin de establecer la condición de pareja en la que vivían Joel y Sarahí, si existía un entorno de violencia permanente, lo cual permitiría si es el caso, establecer las razones de género para acreditar el delito de feminicidio.
Dichas investigaciones han arrojado que había una relación inestable, con frecuentes ausencias y reencuentros. Además, dijo el fiscal, se está investigando la probable participación de más personas en la desaparición y feminicidio.
No se ha establecido el sitio donde la joven fue privada de la vida, lo que sí se sabe es que el cuerpo sin vida fue trasladado de un lugar a otro, si bien a raíz de los dos cateos que se llevaron a cabo, se observó que en uno de los domicilios había varios botes de cloro, así como cal, elementos que habría usado el investigado para rociar el cuerpo y después “emplayarlo” (envolverlo), a fin de llevarlo de un lugar a otro.
bmc