Cuernavaca.— De la casa del fiscal Uriel Carmona, en el barrio de Amatitán, en el corazón de Cuernavaca, penden dos banderas. Una con los colores del arcoíris y otra con celeste, rosa y blanco, que simbolizan a las comunidades LGBT+ y Transgénero.
Las enseñas fueron colocadas por Alida Martínez, mujer trans, coordinadora de la Casa de las Muñecas, única organización civil que, junto con un grupo de reporteros, esperaban la llegada del titular de la Fiscalía General del Estado tras su salida del penal de alta seguridad de El Altiplano.
Sobre la calle Copalhuacan también estacionaron sus camionetas elementos de la Fiscalía de Investigación en Delitos de Alto Impacto (FIDAI) para dar la bienvenida a su jefe y resguardar su domicilio. Eran los mismos elementos que la noche del jueves encararon al vicefiscal anticorrupción Édgar Núñez Urquiza y trataron de detenerlo por la toma del edificio con el apoyo de la Marina y la Policía Morelos.
Algunos reporteros estimaron el arribo del convoy del fiscal hacia las 13:00 horas del viernes; sin embargo, hacia las 16:00 horas no había llegado nadie.
Del retraso surgieron varias versiones extraoficiales. La primera es que no llegaría a ese domicilio donde fue detenido la tarde del 4 de agosto pasado, porque cuenta con otras propiedades en la zona norte de Cuernavaca y en Tepoztlán.
Otra versión sugirió que a su llegada a Morelos se reunió con el grupo de 15 diputados del Congreso de Morelos (G-15) para celebrar su salida y acordar la continuación del cargo como fiscal general. Esa versión cobró fuerza porque ninguno de los 15 legisladores afines al fiscal estuvo en el Congreso.
El fiscal debe su permanencia al Congreso del estado porque nunca cedieron a la presión de removerlo y, por el contrario, modificaron la Constitución para establecer que un fiscal en proceso sería removido del cargo hasta que sea sentenciado.
Piden su renuncia
Al conocer la liberación del fiscal, la senadora de Morena Lucía Meza criticó la defensa férrea que los tribunales federales ejercieron a favor del funcionario estatal, pese a las evidencias en su contra.
“Con la liberación del fiscal del estado, los tribunales federales les dieron la espalda a las víctimas de los delitos no esclarecidos, pero, sobre todo, dieron un duro golpe a la esperanza de justicia de las familias de todas las mujeres que han sido asesinadas en Morelos”, dijo.
Asimismo, consideró que social y políticamente es insostenible que Uriel Carmona continúe en el cargo de fiscal del estado, porque su permanencia divide, confronta y sobre todo genera una peligrosa impunidad.
Por ese motivo se pronunció por que Uriel Carmona presente a la brevedad y ante el Congreso del estado su renuncia al cargo a fin de dar paso al fortalecimiento de la procuración de justicia y a la investigación de los delitos.
Al respecto, el alcalde de Cuernavaca y exfiscal del estado, José Luis Urióstegui Salgado, reprobó la intervención de la Secretaría de la Marina en la Fiscalía Anticorrupción y calificó como actos de presión en contra de servidores y que atentan contra el Estado de derecho.