Torreón.— La victoria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones legislativas en Coahuila refleja que la estructura partidista sigue trabajando, mientras que la oposición no está preparada para hacerle frente, consideró Moisés Picazo Salazar, integrante del organismo civil Participación Ciudadana 29 y analista político.
Un día después del proceso electoral, en el que el tricolor ganó en los 16 Distritos con un amplio margen, el experto señaló que la estructura del partido no fue improvisada y estuvo trabajando cada semana para apostarle a terminar el sexenio sin ningún problema, pues ahora tanto el Poder Legislativo como el Judicial están encabezados por perfiles afines al gobernador priista Miguel Riquelme.
Para Picazo Salazar la mayoría en el Congreso representará un “cheque en blanco”, principalmente para hacer las modificaciones necesarias a la ley de ingresos y egresos, y manejar los presupuestos a su antojo, lo que, añadió, debería preocupar.
El experto señaló que la oposición en Coahuila no está preparada para hacer el trabajo: “No contamos con una oposición real. No tengo esperanza de ella; los de Morena han demostrado que el ‘primor’ sigue funcionando. En la Legislatura saliente una diputada de Morena se hizo priista y otro renunció al partido y se hizo independiente. Eso no es oposición”.
Además, refirió que el gran perdedor fue el PAN, que pasó al tercer lugar como fuerza política, mientras que Morena demostró que no tiene la fuerza para avasallar como pensaban.
Para el especialista, lo único que queda es que la sociedad civil se organice y exija, con marcaje personal, a los diputados.
“Esta crisis que estamos viendo como sociedad, debemos aprovecharla para que la gente reaccione, no hay que esperar nuevas elecciones; ya se debe hacer conciencia. No hemos sabido motivar a la juventud, no quieren participar”, añadió.
El gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, aseguró que la victoria de su partido no significa un “cheque en blanco” para su gobierno, por lo que no caerá en la tentación al tener una mayoría en el Congreso.
Ejemplificó que a nivel federal sí existe un “cheque en blanco” para el Presidente, y en su caso afirmó que no será así y que siempre buscará el consenso de todos los partidos por el bien de los coahuilenses.
“La composición del Congreso no es para aprovecharse. Nadie ganó ni perdió, los diputados deben representar a todos los coahuilenses”, comentó.
El mandatario consideró que el mensaje de las urnas fue claro. Respetó la actitud del PAN que salió a aceptar los resultados, y sobre la postura de Morena de no reconocerlos, indicó que en todos los distritos el PRI se impuso por amplio margen y de forma contundente.
Sobre el PRI, comentó que el partido tiene que actuar con prudencia y recapacitar sobre lo que se hizo para que haya regresado la confianza, y en ese sentido, actuar en la tesitura que le dio la ciudadanía: “No hay triunfalismos ni triunfos eternos. Hay que manejar la victoria con prudencia, empezando por mi gobierno”, declaró.
En las elecciones del domingo, las primeras en el país que se realizan en el marco de la pandemia de Covid-19, acudieron a votar 39.38% de los electores, una de las participaciones más bajas en la entidad.
El expresidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, aceptó que el resultado de las elecciones en Coahuila e Hidalgo constituyen un serio revés para su instituto político.
En un mensaje a través de Twitter, expresó que esto demuestra que se necesita un partido sólido y organizado, y agregó que si Andrés Manuel López Obrador no fuera presidente y hubiera hecho campaña, se habría revertido el resultado.