Tijuana.- Alina Mariel Narciso Tehuaxtle, policía municipal de Tijuana que en octubre de 2022 fue sentenciada a 45 años de prisión por matar en defensa propia a su agresor, recibió este miércoles la revocación de su sentencia, con lo que queda libre.
Alina se encontraba detenida desde 2019 cuando mató, en defensa propia, a Luis Rodrigo Juárez Arellanes, su pareja y también policía.
Al dictar la revocación de la sentencia y la libertad para Alina, los magistrados consideraron que, debido al contexto de violencia física, psicológica, moral, estética y sexual que Juárez Arellanes ejerció sobre Alina antes y durante el momento en que ocurrió el hecho, el asesinato del agresor fue un acto de legítima defensa proporcional a la situación que vivía.
El pasado 6 de octubre, un Juez de Control sentenció a Alina Narciso a 45 años en prisión además del pago de casi medio millón de pesos por haber asesinado a su agresor.
Hoy, tras la revocación de la sentencia, la mujer dijo sentirse feliz y agradeció a su madre, los magistrados y la defensa.
Se espera que Alina sea liberada en las próximas horas.
En noviembre de 2019 Alina se separó de Luis Rodrigo, su compañero de patrulla y su pareja. Comenzó a ir a terapia psicológica y fue en ese proceso cuando le explicaron que vivía un cuadro de violencia con él. Pero Luis Rodrigo la convenció de volver: le prometió dejar las drogas.
La noche del 12 de diciembre de 2019, según cuenta Socorro Tehuaxtle, madre de Alina, la pareja regresaba de una fiesta, él había vuelto a consumir y comenzó una discusión. Ella le pedía que la dejara irse y él la intentó asfixiar. Alina tomó el arma de cargo de Luis Rodrigo y le disparó.
Él aún con vida le gritó: “Mátate, te toca, mátate conmigo, si no yo me voy a levantar y vas a valer madres”. Ella volvió a disparar, y “lo mató”.
“Era un peligro, si se hubiese dejado, él la hubiera matado a ella. De esa noche mi hija no iba a pasar”, afirma Socorro.
En esa madrugada del 12 de diciembre de 2019 la pesadilla apenas comenzaba. Socorro asegura que desde el primer momento su hija fue revictimizada, pues los medios exhibieron su rostro y nombre completo sin respetar la presunción de inocencia.
El abogado de oficio no hizo nada por defenderla, no argumentó el maltrato ni los golpes físicos que ella mostraba. Luego el caso se estancó, pandemia de por medio, transcurrieron casi tres años en prisión preventiva, sin que Alina tuviera un juicio.
El pasado 4 de octubre de 2022 fue sentenciada a 45 años de prisión. La condena, dice su madre, es el rostro vivo del machismo y la misoginia.
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