Guadalajara.— Durante los casi 21 años que, en la Nueva Galicia (de diciembre de 1771 al 7 de agosto de 1792), se convirtió en el máximo benefactor de la ciudad y su obra aún persiste e impacta la de la urbe; sin embargo, hasta hace unas semanas nadie conocía el sitio exacto en donde yacían sus restos, y ahora, con el descubrimiento, vuelve a tomar aire la causa de su canonización, aparentemente olvidada por la cúpula de la jerarquía católica desde hace casi 30 años.

Era conocido que, a diferencia de sus antecesores, Alcalde pidió que al morir sus restos no fueran inhumados en la Catedral de Guadalajara, sino en el Santuario de Guadalupe, el templo que mandó construir en 1777 con dinero propio a un kilómetro hacia el norte del centro tapatío, zona que entonces estaba casi deshabitada y donde también edificó las llamadas “cuadritas”, conjunto de casas que se rentaban a bajo costo para personas de escasos recursos.

Pero todo eran suposiciones acerca del punto exacto donde se localizaban los restos del fraile dentro del templo. “En julio del año pasado, José Manuel Gutiérrez Alvizo, vicario parroquial del Santuario de Guadalupe, pero que también tiene una maestría en la Universidad de Guadalajara en Ciencias Sociales, preparando una ponencia para el Colegio de Jalisco, descubrió en el libro de gobierno de la parroquia del Santuario un acta de exhumación y de reinhumación de los restos de Fray Antonio en 1897; con ese dato tuvimos que buscar profesionales en la búsqueda de objetos en el subsuelo”, explica el presbítero Tomás de Híjar.

Lee también:

La escultura del religioso está localizada en la Rotonda
de jaliscienses ilustres. Foto: Raúl Torres
La escultura del religioso está localizada en la Rotonda de jaliscienses ilustres. Foto: Raúl Torres

Con el documento se logró saber que tras su muerte fue sepultado en el presbiterio, sobre el nivel del piso, y encima de la gaveta había una escultura, pero en 1897 se sacaron los restos, se examinaron y se volvieron a colocar en el subsuelo; el problema fue que con el tiempo y las intervenciones en el templo se borró cualquier indicio que revelara la ubicación, y nada está documentado.

“Calculamos que eso desaparece en 1966, cuando siendo párroco Luis Sánchez Araiza, se le impone a la imagen de la Virgen de Guadalupe del Santuario una corona a nombre del papa Pablo Sexto por cuenta del arzobispo José Garibi, y entonces se le pone piso de mármol al templo y se borra todo vestigio del lugar preciso donde pudiera estar”, señala De Híjar.

Otra hipótesis es que deliberadamente se haya ocultado la localización exacta del sepulcro para protegerlo de los saqueadores que durante la Revolución profanaron las tumbas de personajes distinguidos, esperando encontrar plata y oro.

A partir de los datos encontrados en el acta de exhumación y de reinhumación de 1897, se buscó al ingeniero Héctor Robledo Guerrero, quien junto con un equipo que maneja sonares y tecnología 3D para analizar el subsuelo, a finales de julio pasado se encontró la tumba.

“Así dimos con el lugar preciso donde está el féretro, sabemos que son dos, eso dice el acta de la inhumación: el antiguo, de 1792, se metió en otro, pero también de madera con herrajes y el cuerpo tal como se encontró la primera vez; está a 86 centímetros del suelo”, revela.

La santidad puede esperar

En 1994, cuando el cardenal Juan Sandoval era arzobispo de Guadalajara, por iniciativa del empresario e historiador Enrique Varela Vázquez, se impulsó la causa de canonización de Fray Antonio Alcalde y se nombró como actores de ella al entonces párroco del Santuario de Guadalupe, Mariano de Jesús Jiménez, y al canónigo J. Jesús Jiménez López, por parte del cabildo eclesiástico, pero todo empezó de mala manera, opina Tomás de Híjar.

“El proceso de canonización [de Alcalde] es una cosa muy curiosa: lo empezaron mal, pero quizá no torpemente mal. No veo la razón por la cual se indujo al párroco del Santuario de Guadalupe y al cuerpo colegiado del cabildo eclesiástico de Guadalajara para que iniciaran una causa de canonización sin los elementos materiales para que esta prosperara. En el caso de Fray Antonio Alcalde se necesitaba probar, ya no con testigos porque ya murieron todos los que tuvieron relación con él, sino con documentos, que vivió en grado heroico las virtudes cristianas, y se hizo la sesión de apertura de la causa sin tener siquiera la fe de bautismo de Fray Antonio Alcalde y nunca más volvió a reunirse ese equipo”, afirma De Híjar.

La periodista e historiadora Laura Castro coincide con De Híjar en que, tras el inicio de la causa, por alguna razón extraña, hubo un vacío que congeló el proceso por varios años, hasta que en 2013 se reactivó por iniciativa del hoy párroco del Santuario, José Guadalupe Dueñas, la asociación Amigos de Fray Antonio Alcalde y Barriga, y otras personas como el propio Tomás de Híjar. “Consiguieron pagar a alguien en España [de donde era originario Alcalde] para que se pusiera a trabajar en la búsqueda de documentos relacionados con el fraile; se logró que la Universidad Panamericana financiara eso por varios años y se armó un archivo impresionante que es el archivo para la causa de canonización”, explica.

Castro asegura que, en ese expediente, que debe ser enviado al Vaticano para su análisis, incluso se han documentado dos milagros atribuidos a Fray Antonio Alcalde; sin embargo, es ahora un trámite administrativo lo que detiene la continuidad del proceso.

En este lugar se creía que descansaban los restos de Fray Antonio. Foto: Raúl Torres
En este lugar se creía que descansaban los restos de Fray Antonio. Foto: Raúl Torres

El gran benefactor

Para dar una idea del tamaño de la obra que realizó Fray Antonio Alcalde en Guadalajara, Laura Castro, junto con el presbítero Tomás de Híjar, han sacado un cálculo de lo que costaría realizar hoy en día todo lo que él construyó.

“Vivió y murió en la más tremenda austeridad, era un gran administrador, todo lo que hizo en 20 años, nada más aquí en Guadalajara, es equivalente a unos 3 mil millones de pesos de hoy, y además son obras vigentes, son obras que están en pie”, señala Castro.

En opinión del cronista Juan José Doñán, la figura de Fray Antonio Alcalde es un caso raro de consenso en la historia social, religiosa y política de Jalisco y el país, pues prácticamente no tiene detractores y lo elogian tanto las autoridades de la Universidad de Guadalajara (institución que él fundó en 1792) como políticos de izquierda o derecha.

Lee también:

“Pero quien menos activo ha estado en ese sentido es el clero, es decir, el clero como que dejó que la clase política, desde hace mucho tiempo, se apropiara del personaje, incluso cuando se decidió en el alto porfiriato instalar estatuas de próceres de distintos estados del país que habrían participado en la Restauración de la República, el entonces gobernador de Jalisco, Ramón Corona [un militar con rango de General de División] propuso a dos personajes como preclaros entre todos los jaliscienses, a Fray Antonio Alcalde en primer lugar, y en segundo lugar a un educador llamado Manuel López Cotilla; luego el comité de selección no aceptó a Alcalde porque no había nacido en Jalisco, sino en Cigales, en España”, apunta Doñán.

El legado de Alcalde es innegable —dice— pues hizo y creó las instituciones de servicio público más perdurables del occidente de México, como el Hospital de San Miguel de Belén, hoy Hospital Civil, que desde entonces brindaba un servicio regional en la Nueva Galicia, y que en su momento fue el hospital más grande que hubo en el continente americano, pues había capacidad para mil camas en una ciudad que no llegaba a los 20 mil habitantes.

“Llama la atención que su canonización no parezca estar en la agenda de prioridades del alto clero, y que sea la clase política la que se apropió de este personaje”, concluye.

A finales de julio pasado se encontró el lugar exacto de la tumba de Fray Antonio Alcalde y Barriga. Foto: Raúl Torres
A finales de julio pasado se encontró el lugar exacto de la tumba de Fray Antonio Alcalde y Barriga. Foto: Raúl Torres
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.